HORACIO A. ROSETE BRIGNOLE

HORACIO A. ROSETE BRIGNOLE
Artista salteño, según sus propias palabras: De profesión Artista, de oficio: Abogado" - "Nací en Salto, departamento del mismo nombre, en la República Oriental del Uruguay, un viernes 13 de julio del año 1926.- En plena "cuchilla", en éste departamento soleado donde las naranjas son mas rojas y mas dulces, y en el que las mujeres tienen las mas bellas pantorrillas, gracias a la topografía del terreno en que transitan. Por si Uds. no lo saben, mi país queda al Este del Río Uruguay, haciendo esquina con el Río de la Plata, al decir de Maggi. No tenemos problemas de razas, ni de religiones; no quedan mas indios.- Bernabé mató los últimos en el "Tacuabé", en el siglo pasado.- Somos pobres, pero... no tanto. Desde 1904 no tenemos guerras ni revoluciones.- La guerrilla "Tupamara" de los años sesenta fue una "revuelta de melenudos". Mi padre era dentista y mi madre, una de las mujeres mas hermosas. Mi tío-abuelo me regaló un pony alazan-ruano, y desde siempre me hice amante de los caballos. A los seis años garabateaba caballos, y por mi aficción al dibujo, me pusieron una maestra particular que me enseñó a hacer orejas como realmente son las orejas. Desde que mi madre pintaba al mejor estilo "Colegio de las Hermanas", dio en mis manos su caja de óleos y pinceles. Así nació mi vocación. María del Cármen, una fámula cálida, ayudante de mi padre, me inició en el gusto por las mujeres. Por no se qué razón me hice abogado, profesión que, a regañadientes, terminé ejerciendo con gusto y placer. Mientras cumplía los cursos académicos en la Facultad de Derecho, transité talleres y maestros: Lucas Gaffre, Milans Martínes, Cúneo, Pratti, Pareja .... y muchos libros. En 1948, envié un cuadro al Salón Nacional y me otorgaron "Carnet de Expositor". Desde entonces no he podido dejar de pintar. Como desde siempre fui muy enamoradizo, tuve muchas mujeres.- Tal vez amé a una sola.- Pero las cosas no fueron fáciles, ni se deslizaron tan lindamente.- Aún no lo son. Aprendí que el hombre tiene cinco sentidos que lo relacionan con el mundo exterior, que interactúan entre sí y degustan ese mundo.- Que su mente piensa, y que aún lo hace cuando no sabe que piensa, y que con su imaginación y sus crisis, se proyecta, racionalizando sus instintos de "primate": territorio, jerarquía, poder, sexo y amistad-enemistad con el grupo. Aprendí que el "órden" rige aún en el "caos" y que la impronta de un trazo y el color de un plano, signan un mensaje con sólo una ojeada. Aprendí que el mundo es bello, que la persona importa que lo mas mágico es vivir, vivir en libertad también, que es hacer y pensar lo que a uno se le ocurra, siempre que, al decir de Vaz Ferreira, que el sujeto haga y piense lo que debe. Mi compromiso es conmigo mismo y termina cuando yo termine." Falleció en el año 2000

HARB

HARB
Firmaba sus obras con la sigla "HARB" iniciales de sus nombres y apellidos aunque las primeras no, y acompaña el dibujo característico de la rosa, sus obras mayores se encuentran en diversas colecciones particulares

Dr. Horacio A. Rosete Brignole

Dr. Horacio A. Rosete Brignole
Foto: gentileza de la Artista Elsa Trolio, que se la puede observar en el medio de las tres damas. Gracias Elsa!! un fuerte abrazo para ti y tus afectos!!! Virginia Rosete

domingo, 4 de diciembre de 2011

publicó en el grupo "RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS."
Don Saturnino y el tema del suministro de agua...
Edison Tavano 30 de noviembre de 2011 21:16
Don Saturnino y el tema del suministro de agua en el Hotel Concordia.
Un aporte al interesante material que nos arrima Cary .
Don Saturnino, era vecino cercano del Hotel .Vivía a" la vuelta", como decimos.
Leemos sobre sus hábitos en " LA PRENSA" del 7 de Julio de 1897 " En sus horas de ocio, si es que un hombre cómo él podía tenerlos, Don Saturnino inventaba.
Había ideado en su casa del Salto, un mecanismo por cuyo medio, cada persona que abría la puerta de calle, y eran a veces cientos cada día, movía una palanca que sacaba un balde de agua del manantial , y lo vertía en un depósito.
De esa manera, hasta sus visitantes le pagaban una contribución de trabajo."
Bueno, así que en esa zona, había manantiales.
Podríamos inferir que el suministro del Hotel era mixto.
Aljibe y manantial.-
Y, agregar, ¡ QUE GENIO SALTO MANTIENE EN EL OLVIDO !
Unica memoria, su calle, que es un andurrial, como alguien bien dijo hace ya tiempo.



Agregado por Alejandro StalkerPiastri
al grupo RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS






Carmelo de Arzadun
(1888- 1968)
Carmelo de Arzadun (* 16 de julio de 1888, Mataojo Grande, Salto –† 16 de octubre de 1968) pintor uruguayo.
Realizó estudios en Salto y luego en España con Antonio Aramburu. Obtuvo por concurso una beca con la que viajó a París a estudiar pintura.

En 1935 asistió a las clases del Taller Torres García e integra la Asociación de Arte Constructivo. Fue profesor del Círculo de Bellas Artes desde 1917, Director del Museo Municipal "Juan Manuel Blanes", Jurado en los Salones Nacionales y miembro de la Comisión de Bellas Artes.

Representó al país en múltiples muestras en el exterior destacándose entre ellas la muestra Iberoamericana de Sevilla (Medalla de oro, 1930), Artistas uruguayos (Buenos Aires, 1915), Salones de otoño (París, 1926 y 1927), La Maison de l´Unesco (París 1949) De Blanes a nuestros días (Ecuador, 1955)

En Uruguay intervino en múltiples muestras, concursos y salones. Está representado en el Museo Nacional de Artes Visuales, el Museo Municipal "Juan Manuel Blanes", el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Colección Watson de Nueva York, y en Museos europeos en Francia, Bélgica, Italia.

Como sus colegas José Cuneo, Petrona Viera, Causa, Bazzurro y otros, Arzadun incursiona en el planismo, realizando obra que tiene en común con ellos la temática y la paleta.

Su pasaje por el Taller Torres García lo marcará cambiando su composición y la paleta ya no volverá a ser la misma. Arzadun frecuentó casi todos los géneros pictóricos volviendo siempre al paisaje, a veces solitario e intimista, fundamentalmente al paisaje ciudadano y de playas.

Fallece el 16 de octubre de 1968.
información: Museo Nacional de Artes Visuales


Agregado por Ruben Caram da Silva
al grupo RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS VERSIÓN 2


CASCADAS DE SALTO GRANDE, allá por 1937 claro.






Agregado por Ruben Caram da Silva
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y aquí, para todos uds., la tan ansiada y esperada, esa que algunos no ven. La que fueron a ver fuera de su lugar de origen, pero que tampoco vieron. Esa que ya no está en su lugar original y tampoco en el de exhibición. LA CABEZA DEL TORO, eso negro arriba a la izquierda.






Agregado por Alejandro StalkerPiastri
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Foto por Rodríguez Prati http://www.panoramio.com/photo/8907517

La obra de Garibaldi

En tiempos de la Guerra Grande (1839-1851), Giuseppe Garibaldi, conocido como el "héroe de dos mundos" permaneció en territorio salteño, siendo partícipe de numerosos enfrentamientos bélicos como por ejemplo las batallas de Itapebí y San Antonio. Hacia febrero de 1846 se ejecutó la campaña sanantonina, donde aquél y sus colegas se enfrentaron a las fuerzas armadas procedentes de Corrientes, bajo la tutela del General Servando Gómez. Al poco tiempo, Garibaldi puso rumbo a Montevideo, pero su breve estadía en Salto le hizo merecedor de un monumento y una avenida en la capital departamental que llevan su nombre.
http://es.wikipedia.org/wiki/Departamento_de_Salto


Agregado por Edson Tavani
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Esta es una foto mas actual de los restos.

Agregado por Alejandro StalkerPiastri
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Surubi

Pequeño trasbordo de 51mts. construído en Salto en 1901 y hundido por una tormenta en la década del 30´ frente a Salto. Sus restos existen sumergidos, pero muy depredados. Un amigo me decía ayer, que la cubierta está a unos 60 cm. de la superficie, con un nivel del río de unos 0.80 cm. La parte superior, que antes aparecía en las grandes bajantes, ya no existe. El amigo Munisso es especialista en él, y ha construído maquetas.

http://www.histarmar.com.ar/Naufragios/Rio%20Uruguay/historias-1.htm


Alejandro StalkerPiastri fuente:Eduardo S. Taborda
Salto de Ayer y de Hoy
Selección de charlas radiales - Salto 1947






"Criollo"



El Salto de hace unos cincuenta años, cuando nuestra ciudad, según la Geografía, no tenía aún veinte mil habitantes, pero si había en él, una pléyade de obreros especializados y conscientes, no igualados después de la desaparición de éstos.
La construcción y la industria floreció en nuestro medio en sus más amplias y eficaces manifestaciones al impulso tesonero de hombres, para los cuales el trabajo era el culto máximo del bienestar y del orgullo.
Los talleres del Astillero y los del Ferro-Carril Nor-Este fueron a este respecto, crisoles y fraguas donde se plasmaron y forjaron las bases de la grandeza en que hoy se asienta nuestra tradición de magnífica ejecutoria de honor y de laboriosidad, de sano patriotismo y encendido intelecto, en que se asienta el edilicia social del Salto de ahora.
El Astillero diseñó y construyó maquinarias y barcos para el tráfico y cabotaje fluvial, que hasta hoy, éstos señalan rumbos y categoría a esta rama de la construcción y de la industria.
Los talleres del Ferro-Carril Nor-Oeste hizo lo que hasta la fecha no se había hecho en ningún lugar de la América del Sur: construir una locomotora.
En homenaje a aquellos esforzados obreros que dieron lo mejor de sus vidas en pro de la grandeza y el bienestar de nuestro solar, hagamos una pequeña reseña, de cómo y quienes construyeron la única Locomotora, netamente criolla y netamente salteña.
En otra audición, que tal vez sea muy próxima, nos ocuparemos en señalar algunos de los esfuerzos y realizaciones de nuestro viejo y casi olvidado Astillero.
Hoy en este pequeño relato, nos concretaremos muy someramente, al hecho prodigioso para nosotras, de la construcción de la locomotora "Criollo".
A fines del año 1894, el Ingeniero Sr. Allan Darton, Director Técnico de los Talleres del Ferro-Carril Nor-Oeste, diseñó y planeó a esta máquina que en la actualidad cumple, para orgullo nuestro, cincuenta años de fuerte y fecunda labor y que aún se conserva joven y anhelante para correr, en cumplimiento de "un servicio especial", a través de nuestra campaña sobre las inconmensurables y bruñidas cintas de acero que acortan las distancias.
Una vez terminados sus planos, pasaron éstos, para la ejecución de los modelos, a las manos de aquel artista que fue don Juan Gallinotti, quien con honda dedicación y encendido amor les dio forma para la fundición.
Labor esta delicada y prolija ejecutada en los talleres del Sr. José Pons Palet, prestigioso industrial de bien saneada capacidad de obrero experto y de alta calidad.
La caldera fue confiada para su ejecución al obrero especializado Sr. Pablo Acatti, quien en conocimiento y pericia en el oficio, sólo tuvo en Salto un compañero y rival, en la persona de aquel otro tigre de la propulsión a vapor que se llamó don Pedro Iturburu.
El ajuste y armadura de todas las piezas que componen la maquinaria fue realizado con amor y noble entusiasmo por los mecánicos Sres. Serafín Urroz, Pedro Tenca y Clemente Reobasco como tornero.
La dirección y control de los Talleres estaba en ese entonces, bajo la supervisión del inglés Mister Douglas Mac Ilriach, -"el inglés que todo lo sabía"- como lo llamaban los obreros criollos, por su agilidad y capacidad mental que nunca le permitió errar en lo más mínimo; siempre fui justo y exacto en sus calibres. Este inglés sabía y sabia bien y mucho. Sabia hasta adivinar en los casos de las cosas más complicadas y difíciles, que muchas veces, a pesar de la experiencia, se presentan sorpresivamente en las ejecuciones de algunos trabajos.
En el mes de junio del citado año de 1895, "La Criolla" fue terminada y ante la ansiedad por un lado, y la inquietud por otro, de todos aquellos que habían colaborado en su construcción de apreciar el resultado de la obra se hicieron las pruebas de fuerza, velocidad y resistencia, resultando estas de una suficiencia que superó a todo optimismo.
Se hizo correr y sin forzar, casi la potencialidad calculada, esta marcó en su carrera 80 kilómetros por hora.
Ante tan rotundo éxito y ante la alegría de todos, por tan halagüeña finalidad, Mister Darton, con ese humorismo propio de su raza, que a veces rompe toda regla, pero que siempre en su fondo existe una verdad o sostiene una razón poderosa, la bautizó.
Y sin tener este en cuenta de que en nuestro idioma los vocablos "máquina" y "locomotora" pertenecen al género femenino, exclamó jubilosamente: ¡All right! ¡ Criollo! ¡ Criollo! ¡ Lindo Criollo!.., y ordenó que se fundieran las plaquetas de bronce con este nombre, para ser colocado a ambos lados de la caldera y el número once, que era el número de orden anta las demás locomotoras y que es el que hoy ostenta en su frente.
Cuando esta fue librada al servicio, el primer maquinista que montó en ella para conducirla, fue el Sr. Juan Reobasco a quien acompañó en calidad de foguista el Sr. Tomás Potter.
El viaje se concretó al recorrido desde los Talleres a la Estación Nor-Oeste, y de ahí otra vez al punto de partida.
Desde que "La Criolla", como se le llama entre nosotros, fue puesta al servicio, al cual prestó sus ruedas, agilidad de alas, se creó una aureola de prestigio y superioridad, ganada a fuerza de guapeza en sus sorprendentes y vertiginosas carreras.
Aureola y prestigio que hoy, a pesar de estar casi jubilada en uno de los galpones de los Talleres, conserva en alto en homenaje a la memoria de sus constructores.
El moderno "Motocar" y el "Avión-Ambulancia", la han desplazado del tráfico y el servicio de urgencia; los tiempos han cambiado, ya no la volveremos a ver, quizás más nunca cortar velozmente los campos de nuestro Departamento para llevar junto a su gallarda y romántica figura un médico o una medicina para salvar allá lejos de nosotros a algún ser que sufre o que se muere.
Ayer visité a "La Criolla" en su galpón de descanso, que está junto a una viejísima máquina inglesa, pero de nombre criollo, de nombre nuestro: "La Salteña", las observé y me pareció que la una y la otra eran más que antiguas compañeras, eran hermanas en el esfuerzo y en el bien, con el que se ha forjado esta dicha y esta satisfacción que gozamos hoy para vivir en este pedazo de suelo patrio, de cielo azul y sol brillante, en este Salto de nuestro amor de los amores.
Al abandonar el galpón, al despedirme digamos así, de "La Criolla" y "La Salteña", una honda emoción embargó a mi espíritu y un recuerdo dulce y encendido trajo hasta mis retinas las figuras de aquellos hombres que por sus obras fueron y seguirán siendo.


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Estación Salto Noroeste en la zona del puerto, hace años que no funciona, y solo quedan vestigios de los rieles en algunos cruces. Desde aquí partían trenes hacia el norte del Uruguay, cuando no estaba aún terminado el sistema ferroviario Oriental y no había conexión hacia el sur. Esta línea empalmaba con la línea actual, a la altura de la estación que hoy se utiliza y pudimos ver en la entrada anterior. Todavía pueden verse algunas vias parcialmente tapadas por el asfalto y un semidestruido terraplén.

Ex galpón ferroviario desde las vías, que se utiliza como teatro y centro cultural.
http://rapidoamoron.blogspot.com/2009/04/visita-salto-la-criollo.html

Agregado por Lilia Rumi de Brandi







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VISITA A SALTO. "CRIOLLO" y Noroeste.
También es un artículo sobre arqueología ferroviaria que fue posible gracias a la colaboración del amigo uruguayo Jorge Luis Manzini, quien me dio una mano para recorrer los lugares de interés de su ciudad y me envió las fotos y la información.
Por ser al primera locomotora construida en Sudamérica merece un capítulo especial.

Comienzo construcción fines del año 1894

Terminada el 12 de junio del año 1895

Día 23 de agosto de 1908 alcanzo los 120 Km\h
Desde el 23 de agosto de 1952, “Criollo” estuvo en el Museo Histórico de Salto y desde 1981 esta en el predio del Museo del Hombre y la Tecnología (esq. 19 de Abril y Zorrilla).
Esta pequeña locomotora tiene una particularidad en su parte motriz que nunca había visto, sus cilindros y pistones se encuentran debajo de la caldera, entre las dos primeras ruedas.
Si bien presenta algo de deterioro por el paso de los años y presenta algunos faltantes, está bastante entera es, según entienden viejos ferroviarios, muy viable su recuperación y puesta en marcha. http://rapidoamoron.blogspot.com/2009/04/visita-salto-la-criollo.html


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PRIMER TREN POR SALTO GRANDE
Un poco de historia.

Servicio de pasajeros entre Concordia y Salto.
Para la creación de esta nota conté con la colaboración del sr. Fabian Iglesias del Archivo del Transporte del Uruguay Histórico, quien gentilmente me envió estas imágenes.
En las siguientes tomas vemos al primer tren que cruzó la represa de Salto Grande uniendo ambas ciudades en la década del 80. Dicha formación compuesta por la GM G22 7926 del FCGU, la Alsthom 818 de AFE y varios coches de pasajeros y furgón.
El 25 de agosto de 1982 la Alsthom Nº 818 de AFE, con algunos coches de pasajeros recorrió por primera vez la conexión internacional uruguayo-argentina, dicha conexión termina de integrar los sistemas ferroviarios uruguayo, argentino de la mesopotamia y paraguayo. Una vez arribada a Concordia se acoplo a una formación compuesta por coches Fiat argentinos, con la GM G22 7926 de Ferrocarriles Argentinos a la cabeza.
Luego del viaje inaugural, se instituyó un servicio de coches motores intercalándose un día un coche Brill uruguayo y un Fiat 7131 argentino al otro día. Como siempre los trenes por algún motivo se veían perjudicados por alguien, en este caso el coche motor era demorado mucho más tiempo en la aduana y los buses cubrían el trayecto en menor tiempo.
Finalmente el servicio fue cancelado el 4 de noviembre de 1985.
http://rapidoamoron.blogspot.com/2009/05/primer-tren-por-salto-grande.html


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Nuestro "Teatro Larrañaga" Eduardo S. Taborda Las obras de restauración y reformas de nuestro viejo y querido Coliseo ya se han iniciado, y con ellas una noble y acariciadora esperanza de resurrección de sus glorias pasadas, anima al corazón de nuestra ciudad que tanto ama a esta maravilla del arte arquitectónico y que tan alta y prestigiosa tradición artística guarda de nuestro Salto de ayer. Después de más de un cuarto de siglo de silencio, de incuria y de ruina, nuestra primera sala de espectáculos ha de renacer pujante y espléndida nuevamente a la vida del arte escénico y desde su escenario han de reeditarse los magníficos espectáculos que allá en las lejanas noches del pasado, elevaron a nuestros espíritus y fortalecieron a nuestras mentes con la intensa emoción de una tragedia de Shakespeare, de un drama de Ibsen, de una comedia de nuestro gran Florencio o de un drama lírico, una ópera bufa o una zarzuela llena de gracia y de color, con música de Breton o de Chapi. Pensar que nuestro Teatro —por intereses subalternos de Empresarios judíos, a los cuales no convenía para sus negocios de Sylock, que esta sala funcionara y de encargados solapados y rapaces y de almas obscuras para la comprensión de la misión cultural que se irradia desde un palco escénico— ha permanecido este, más veinticinco años clausurado y en ruinas y que por esta causa existan en esta ciudad personas que nunca hayan visto y se hayan deleitado con un espectáculo teatral, causa sorpresa e indignación, sorpresa al extranjero que desconoce el asunto, indignación y repudio a los salteños que por estos malos individuos tienen que sufrir esta amarga afrenta. Hoy hombres animosos y respetuosos a la cultura, después de vencer grandes dificultades han llegado a culminar, dando cima a los anhelos y deseos de los viejos salteños de que el Larrañaga vuelva a ser otra vez nuestra primera sala de espectáculos. De las reformas a introducirse en este rejuvenecimiento del Larrañaga, mucho se ha hablado, opinado y criticado, hay quienes censuran acremente, contemplando el plano de su frente, expuesto al público, el cierre de las dos escaleras laterales de su frente afirmando la crítica, de que un Teatro, cuántas más salidas tenga éste para el descongestionamiento del público, está en mejores condiciones para cualquier caso fortuito —también se critica apasionadamente al injerto de boletería que se le ha planeado y que en nada acompaña en sus líneas a la de la hermosa arquitectura gre-romana del edificio, el público afirma de que esta boletería es digna de un Club de Football o de un Ring de Box, nunca para figurar al lado del frente del Teatro Larrañaga, también se asegura que las líneas, de la baranda o pretil de las escaleras de ambos lados son ajenas, también a las que dominan el frente. Nosotros nada opinamos en este asunto, por que nada sabemos de arquitectura, pero sí, confiamos en los técnicos que efectúan estos trabajos y en la Honorable Comisión del Teatro, estos y esta no han de arriesgar su prestigio en pos de la conquista del ridículo por la consagración de un adefecio. Ahora de acuerdo a los datos que he podido obtener, hagamos un poco de historia y digamos como y cuando se fundó nuestro querido Larrañaga. El día 12 de Julio del año 1880, el entonces Jefe Político, Don Teófilo Córdoba, convocó una reunión en el salón de la Jefatura, a un núcleo de caracterizados vecinos y les expuso el motivo de la reunión, que era "la necesidad y el deseo de todos", de que nuestra ciudad contara con un Teatro. Ese mismo día se repartieron entre los asistentes, acciones de cien pesos oro de valor, y se constituyó la primera Comisión encargada de llevar adelante los trabajos, recayendo los cargos en la siguiente forma: Presidente, Coronel Teófilo Córdoba; Vice-Presidente, Nicolás Orcasitas; Tesorero, Ramón Abascal y Secretario, Leopoldo Arteaga. Las primeras acciones fueron colocadas entre los firmantes del acta, y estos, eran los señores José Comas, Celestino Selgas, R. A. Wilkinson, José Da Cruz, Eduardo Morice, L. López Jauregui, Alberto Montaldo, Carlos Garrasino, Rogelio Avellanal, Rudecindo Márquez, Juan Kemslley, Andrés Sanguinetti, Ricardo Williams, Nicolás Viacava, Domingo Fernández, Alberto Maldonado, Pastora Forteza de Quiroga, Nicolás Granada, Martín Castro, Juan B. Elizalde, Antonio Rocca, Bartolomé Caballero, Leonardo Castro y Anselmo Dupont. Fue tan empeñosa la colocación de las acciones, que entre la ciudad y campaña donde se habían nombrado Comisiones en poco menos de quince días habían suscripto a estas por la suma de $ 14.800. Se compró el terreno y el constructor Sr. Luis Guggeri, ganador de la propuesta de albañilería por la cantidad de $ 23.500, empezó las obras, según los planos del Ingeniero Inglés, Sr. Roberto Alfredo Wilkinson, Ingeniero venido de Inglaterra expresamente para intervenir en la construcción de la Estación del Ferro-Carril Central de Montevideo, y más tarde al servicio del Ferro-Carril Noroeste. Un entusiasmo y una energía no acostumbrada presidió los actos de la Comisión que no vaciló en demandar ejecutivamente, trabando embargos de bienes a los suscriptores de acciones que habían caído en mora. Esto produjo algunos resentimientos e incidentes desagradables, pero fue una saludable advertencia para muchos. El mismo celo se hacía sentir sobre las construcciones y demás empresarios de las obras. El día 6 de Octubre de 1882 el Teatro Larrañaga, denominado así sin duda en homenaje del gran discurso sobre la Educación Popular que pronunció en la inauguración de la Biblioteca de Montevideo, el gran patricio Presbítero Dr. Don Dámaso Antonio Larrañaga, inauguróse con la representación de "La Hija Única" interpretada por la gran Compañía Italiana de Cartocci y en cuyo elenco figuraba el eximio Gustavo Salvini. Y desde aquel lejano día del 6 de Octubre de 1882, hasta hace unos venticinco años en que se paralizó las grandes y maravillosas actividades de nuestro Larrañaga, desfilaron por su escena lo más grande y genial del arte lírico y dramático, dejando en nuestro ambiente recuerdos inolvidables aquellos eximios intérpretes de su época, como la Tetrazzini, la Bassi, Oxilia, Salvini, Novelli, Pezzana, Tallaví, Grasso, Codina y miles de artistas de alta jerarquía que contribuyeron con eficacia a cimentar la cultura de nuestro pueblo. Ahora esperemos con amor para bien de la presente y futuras generaciones, la resurrección de nuestro viejo y muy querido Teatro Larrañaga. Eduardo S. Taborda Salto de Ayer y de Hoy Selección de charlas radiales - Salto 1947 http://www.facebook.com/l/5096axDuDGBWL7cI-0ohfD1EMXw/letras-uruguay.espaciolatino.com/taborda/nuestro_teatro_larranaga.htm
Alejandro StalkerPiastri 28 de mayo de 2011 21:22
Nuestro "Teatro Larrañaga"
Eduardo S. Taborda

Las obras de restauración y reformas de nuestro viejo y querido Coliseo ya se han iniciado, y con ellas una noble y acariciadora esperanza de resurrección de sus glorias pasadas, anima al corazón de nuestra ciudad que tanto ama a esta maravilla del arte arquitectónico y que tan alta y prestigiosa tradición artística guarda de nuestro Salto de ayer.



Después de más de un cuarto de siglo de silencio, de incuria y de ruina, nuestra primera sala de espectáculos ha de renacer pujante y espléndida nuevamente a la vida del arte escénico y desde su escenario han de reeditarse los magníficos espectáculos que allá en las lejanas noches del pasado, elevaron a nuestros espíritus y fortalecieron a nuestras mentes con la intensa emoción de una tragedia de Shakespeare, de un drama de Ibsen, de una comedia de nuestro gran Florencio o de un drama lírico, una ópera bufa o una zarzuela llena de gracia y de color, con música de Breton o de Chapi.



Pensar que nuestro Teatro —por intereses subalternos de Empresarios judíos, a los cuales no convenía para sus negocios de Sylock, que esta sala funcionara y de encargados solapados y rapaces y de almas obscuras para la comprensión de la misión cultural que se irradia desde un palco escénico— ha permanecido este, más

veinticinco años clausurado y en ruinas y que por esta causa existan en esta ciudad personas que nunca hayan visto y se hayan deleitado con un espectáculo teatral, causa sorpresa e indignación, sorpresa al extranjero que desconoce el asunto, indignación y repudio a los salteños que por estos malos individuos tienen que sufrir esta amarga afrenta.



Hoy hombres animosos y respetuosos a la cultura, después de vencer grandes dificultades han llegado a culminar, dando cima a los anhelos y deseos de los viejos salteños de que el Larrañaga vuelva a ser otra vez nuestra primera sala de espectáculos.



De las reformas a introducirse en este rejuvenecimiento del Larrañaga, mucho se ha hablado, opinado y criticado, hay quienes censuran acremente, contemplando el plano de su frente, expuesto al público, el cierre de las dos escaleras laterales de su frente afirmando la crítica, de que un Teatro, cuántas más salidas tenga éste para el descongestionamiento del público, está en mejores condiciones para cualquier caso fortuito —también se critica apasionadamente al injerto de boletería que se le ha planeado y que en nada acompaña en sus líneas a la de la hermosa arquitectura gre-romana del edificio, el público afirma de que esta boletería es digna de un Club de Football o de un Ring de Box, nunca para figurar al lado del frente del Teatro Larrañaga, también se asegura que las líneas, de la baranda o pretil de las escaleras de ambos lados son ajenas, también a las que dominan el frente.



Nosotros nada opinamos en este asunto, por que nada sabemos de arquitectura, pero sí, confiamos en los técnicos que efectúan estos trabajos y en la Honorable Comisión del Teatro, estos y esta no han de arriesgar su prestigio en pos de la conquista del ridículo por la consagración de un adefecio.



Ahora de acuerdo a los datos que he podido obtener, hagamos un poco de historia y digamos como y cuando se fundó nuestro querido Larrañaga.



El día 12 de Julio del año 1880, el entonces Jefe Político, Don Teófilo Córdoba, convocó una reunión en el salón de la Jefatura, a un núcleo de caracterizados vecinos y les expuso el motivo de la reunión, que era "la necesidad y el deseo de todos", de que nuestra ciudad contara con un Teatro.



Ese mismo día se repartieron entre los asistentes, acciones de cien pesos oro de valor, y se constituyó la primera Comisión encargada de llevar adelante los trabajos, recayendo los cargos en la siguiente forma: Presidente, Coronel Teófilo Córdoba; Vice-Presidente, Nicolás Orcasitas; Tesorero, Ramón Abascal y Secretario, Leopoldo Arteaga.



Las primeras acciones fueron colocadas entre los firmantes del acta, y estos, eran los señores José Comas, Celestino Selgas, R. A. Wilkinson, José Da Cruz, Eduardo Morice, L. López Jauregui, Alberto Montaldo, Carlos Garrasino, Rogelio Avellanal, Rudecindo Márquez, Juan Kemslley, Andrés Sanguinetti, Ricardo Williams, Nicolás Viacava, Domingo Fernández, Alberto Maldonado, Pastora Forteza de Quiroga, Nicolás Granada, Martín Castro, Juan B. Elizalde, Antonio Rocca, Bartolomé Caballero, Leonardo Castro y Anselmo Dupont.



Fue tan empeñosa la colocación de las acciones, que entre la ciudad y campaña donde se habían nombrado Comisiones en poco menos de quince días habían suscripto a estas por la suma de $ 14.800.



Se compró el terreno y el constructor Sr. Luis Guggeri, ganador de la propuesta de albañilería por la cantidad de $ 23.500, empezó las obras, según los planos del Ingeniero Inglés, Sr. Roberto Alfredo Wilkinson, Ingeniero venido de Inglaterra expresamente para intervenir en la construcción de la Estación del Ferro-Carril Central de Montevideo, y más tarde al servicio del Ferro-Carril Noroeste.



Un entusiasmo y una energía no acostumbrada presidió los actos de la Comisión que no vaciló en demandar ejecutivamente, trabando embargos de bienes a los suscriptores de acciones que habían caído en mora.



Esto produjo algunos resentimientos e incidentes desagradables, pero fue una saludable advertencia para muchos.



El mismo celo se hacía sentir sobre las construcciones y demás empresarios de las obras.



El día 6 de Octubre de 1882 el Teatro Larrañaga, denominado así sin duda en homenaje del gran discurso sobre la Educación Popular que pronunció en la inauguración de la Biblioteca de Montevideo, el gran patricio Presbítero Dr. Don Dámaso Antonio Larrañaga, inauguróse con la representación de "La Hija Única" interpretada por la gran Compañía Italiana de Cartocci y en cuyo elenco figuraba el eximio Gustavo Salvini.



Y desde aquel lejano día del 6 de Octubre de 1882, hasta hace unos venticinco años en que se paralizó las grandes y maravillosas actividades de nuestro Larrañaga, desfilaron por su escena lo más grande y genial del arte lírico y dramático, dejando en nuestro ambiente recuerdos inolvidables aquellos eximios intérpretes de su época, como la Tetrazzini, la Bassi, Oxilia, Salvini, Novelli, Pezzana, Tallaví, Grasso, Codina y miles de artistas de alta jerarquía que contribuyeron con eficacia a cimentar la cultura de nuestro pueblo.



Ahora esperemos con amor para bien de la presente y futuras generaciones, la resurrección de nuestro viejo y muy querido Teatro Larrañaga.

Eduardo S. Taborda
Salto de Ayer y de Hoy
Selección de charlas radiales - Salto 1947


Agregado por Alejandro StalkerPiastri
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El Presente
Hoy el Teatro Larrañaga vive un momento muy particular. Por un lado una gestión comunal que asumió el compromiso de restaurar nuestro patrimonial edificio histórico, sin limitarse a una sencilla “lavada de cara”.
El mismo se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad, en calle Joaquín Suárez Nº 39, a media cuadra de la principal arteria de la ciudad de Salto.
Por otro lado, un aluvión de propuestas de espectáculos de calidad generados desde el Ministerio de Educación y Cultura, la propia Intendencia y la gestión privada, que le han dado brillo en los últimos cuatro años.
Las actuales obras de restauración edilicia encaradas por la comuna en el año 2006, representan un paso firme e impostergable tendiente a la recuperación y actualización de nuestro principal escenario cultural.
Entre las obras realizadas se destacan el cambio del piso de escenario, construcción a nuevo de la totalidad de los camarines, instalación de butacas nuevas en platea, baños para hombres y mujeres, así como uno especial para personas con discapacidades en planta baja, salidas de emergencia y medidas tendientes a hacer la sala más segura, reparaciones y pinturas de fachada y laterales, entre otras.
Historia
Transcurría el año 1880, y la ciudad de Salto constituía un nucleamiento de población numerosa.
La pequeña sala de espectáculos, fruto del esfuerzo mancomunado de la población, era reducida para albergar al numeroso público que a ella concurría cuando las grandes solemnidades. Era necesario entonces dotar a tan floreciente población, de un teatro lo suficientemente amplio y moderno, que fuese reflejo fiel del progreso y nivel cultural alcanzado por la sociedad Salteña. De manera que no se lo consideró como un mero deseo, sino como una imperiosa necesidad. Así también lo entendió él entonces Jefe Político, Cnel. Teófilo Córdoba, quien el 12 de julio de 1880 reunía en los salones de la jefatura, a los más caracterizados vecinos exponiendo sus ideas, que tuvieron entusiasta acogida. Desde ese momento estaba dado el primer paso, piedra fundamental del futuro teatro.
Tal fue el entusiasmo de los presentes, que en esa misma reunión se colocaron las primeras acciones de cien pesos, y se integró la primera comisión de esta sociedad civil, que tendría como cometido realizar los trabajos preliminares para la futura concreción de tan importante aspiración. Ella se integraba con el Cnel. Córdoba como presidente, don Nicolás Orcasitas como vice, don Ramón Abascal y el Dr. Leopoldo Arteaga como tesorero y secretario respectivamente. Los demás vecinos concurrentes firmaron la primera acta que en este sentido se labrara, y las acciones fueron suscritas por todos ellos. Era tal el orgullo y el entusiasmo de los pobladores, que en menos de una semana se había logrado el capital de $14.800, base segura para dar comienzo a la construcción.
Se encomendó la confección de los planos al Ingeniero inglés Roberto Alfredo Wilkinson, del Ferrocarril Noroeste, y redactado el Pliego de condiciones, se llamó a Licitación. Le fue adjudicada al contratista de obras don Antonio Guggeri (licitación de albañilería presupuestada en $23.500), quien materiales en mano, comenzaba a hacer realidad aquella obra que quedó acordado se denominara "Larrañaga".
Dos años transcurrieron durante los cuales se levantaron sus muros, aparecieron las osadas galerías sin sostén (galerías a las cuales, según el profuso anecdotario que al teatro nutre de vivencias, les fue probada su resistencia haciendo marchar sobre ellas un regimiento), fabricándose butacas, parrillas, telones, y se realizó la instalación de lámparas.
La primera función
El 6 de octubre de 1882, ante los iluminados ojos de los salteños, el Teatro Larrañaga se vistió de gala para su primera e histórica función, actuando en esa oportunidad la compañía de Oreste Cartocci. Con ella el eximio artista italiano Salvini, integrante del elenco, realizó una notable interpretación de la "Hija Unica".
Así el Teatro iniciaba su largo camino de esplendor, enriqueciéndose de anécdotas y brindando cultura a la comunidad salteña, inclusive proyectando su nombre fuera de fronteras con una nómina sorprendente de artistas célebres que pisaron sus tablas. Numerosas placas testimonian hoy el pasaje de talentos como Salvini, Rossi, Aramburu, Oxilio, Cúneo, Luisa Tetrazzini, José Tallavi, Teresa Mariani, Leopoldo Frégoli, entre otros.





Teatro Larrañaga


Agregado por Alejandro StalkerPiastri
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Teatro Larrañaga - Foyer por Rodríguez Prati

Agregado por Chumbo Molina
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llego el lecherooooooooooooooooooooo


Agregado por Salto Artístico
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José Antonio Rosaspini fue un hombre muy conocido en Salto por las décadas del sesenta y setenta. Dueño y fundador de “Publicidad Sténtor”.
El cine callejero, o “microcine” como se decía, visitaba semanalmente un montón de barrios, llevando películas Argentinas, Mexicanas y algunas que otras Españolas.
Por esos barrios, por esas pantallas de sábana blanca que se elevaban atadas a dos postes, pasaron artistas como Miguel Aceves Mejía, Niní Marshal Lolita Torres, Pepe Arias, Luis Sandrini o Cantinflas.
Uno de los lugares más emblemático sin duda alguna fue El Puerto; allí en la explanada al frente de la oficina de Aduanas, con el río de fondo asomando por debajo de la pantalla, semanalmente llegaba el “microcine”, había temporadas que se proyectaba casi todos los días, y era allí donde se daba cita un sinnúmero de gente que venían no solo de la zona portuaria, sino también desde el Saladero, Cien Manzanas o el Cerro. Los alrededores estaba adornado por los olores de los “garrapiñeros”, la oferta del “…a los cándel, cándel” de distintos sabores y colores, pasando por el verde menta, los amarillos vainillas y los rosados frutillas, el sonido de la corneta del “manisero” y en verano la campanilla de los “heladeros.
Sténtor anunciaba siempre “Cine simultáneo” porque daban la misma película el mismo día en dos barrios diferentes. Obviamente en un lugar comenzaba primero la película, y como estas contenían dos o tres rollos de películas, cuando terminaba el primer rollo, salía un coche de Sténtor a llevar ese rollo al otro barrio, volviendo a buscar el segundo y así sucesivamente.
“Publicidad Sténtor” tenía además un potencial en aquel tiempo en equipos de amplificación, con parlantes “bocinas” que estaban siempre en grandes eventos; Carnaval, Fiestas en el Parque Harriague, Bailes importantes en distintos clubes de Salto.
La oficina de Sténtor estaba en Uruguay 1010 y allí se guardaba todo el equipamiento, y durante el día funcionaba como oficina atendida especialmente por Rosaspini y su mano derecha, Etcheverz.
Pero allí también funcionaba la base de transmisión de las columnas que estaban ubicadas por toda calle Artigas, en algunas esquinas se encontraban esas columnas con un parlante en la parte superior. La transmisión consistía en temas musicales de la época y avisos comerciales relatados en algún tiempo por Zulma Rodríguez.
“La piqueta fatal de progreso…” – Las últimas películas fueron proyectadas en la esquina de Uruguay y Asencio, el telón se ubicaba en la ochava donde estaba el Bazar Lluberas, en la parte superior de la puerta principal, una apertura de propagandas y música, “La marcha de la Bronca” aparecía indefectiblemente como cortina musical incluida con cierta complicidad. Podemos recordar a Rosaspini diciendo que había que comenzar a proyectar cine en los clubes, locales internos, salas, etc. Ya había dejado de funcionar el cine callejero.
No era que la gente no iba más; comenzaba a agudizarse el problema social (recordemos a mediados de la década del setenta), y quienes realizaban los aportes para tener el cine en el barrio, ya no lo podían hacer mas.
El sistema era el siguiente, el almacenero (generalmente) del barrio abonaba a Sténtor una suma determinada y esta empresa iba justamente frente a esa Almacén y realizaba las proyecciones.
En el comienzo se pasaba música y comenzaban a llegar la gente y consumían en el Almacén bebidas, pizas, tortas, lo que fuera. Se proyectaba un documental y había entre tres y cuatro cortes donde se pasaba propaganda; de esa manera el almacenero trabajaba en los intermedios.
En el caso del Puerto, el pago del abono lo hacía el Bar que estaba en la esquina misma frente a la puerta principal del Puerto. Allí, donde hoy es Plazoleta de los Recuerdos, existía todo un grupo habitacional, y el bar y almacén de referencia de esa zona estaba ubicado en esa esquina. Sin dudas, los días de cine, ese lugar se llenaba de parroquianos que llegaban de distintas partes de la ciudad con el pretexto del “microcine”.
José Antonio Rosaspini, nos dio la oportunidad de conocer a artistas de renombre como los ya olvidados “Los Carreteros”, un cuarteto de San José, propulsores del canto protesta, corajudos artistas que decidieron formar un “Conjunto” folklórico, cuando en Uruguay solo se manejaban con solistas y algún que otro dúo, y tuvieron la valentía en una época tan dura de incursionar en el canto protesta a través de sus canciones. Y Rosaspini tuvo la valentía de ser él quien los convocara, recibiera y generara lugar para ellos expresar su canto.
Tan valiente, como para que en épocas tan difíciles, no dejara de proyectar noticieros de la Revolución Cubana en la casa del Partido Comunista cuando esta estaba en Artigas y Morquio.
Tan valiente como para que nunca dejara de visitar a su amigo el Pápa Fernandez Ambrosoni, preso político, en la cárcel que se encontraba en la Jefatura de Salto.
Tan valiente como para que nunca dejara de mostrar con todo orgullo el Manifiesto Comunista siempre en su biblioteca, a la vista, en su dormitorio, sin importarle la ola de allanamientos que habían por aquella época.
Vaya este simple homenaje a uno de los que hicieron más bella, más rica, mas orgullosa la historia Salto.
“Amarga Vesubio, ¡¡¡Flor de Amarga!!!, un sorbo de optimismo en cada copa”- “Mandarina Urreta….” - “Distribuidora Salto…” - “Hoy cine en Lazareto frente al almacén de Arzaguet – Proyectaremos “El diablo anda en los Choclos” con Luis Sandrini” - “Publicidad Sténtor – La Publicidad es Vida”…






Alejandro StalkerPiastri publicó en el grupo "RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS VERSIÓN 2."


Leandro Silva Delgado (Salto, Uruguay, 28/11/1930 – Segovia, 15/11/2000), fue el paisajista más destacado de la segunda mitad del pasado siglo en España. Con conocimientos de pintura y grabado, estudió Arquitectura en Montevideo, Diseño en Berkeley y, becado por el gobierno francés en 1961, Paisajismo en la Escuela Nacional Superior de Paisaje de Versalles, de la que en los años siguientes fue profesor de Proyectos.

Su larga carrera de cuarenta años, con más de 250 proyectos, supuso la introducción de las principales corrientes del paisajismo del siglo XX en nuestro país, en especial de la tendencia biomórfica, que logró conjugar con los principios estructurantes del jardín español. Amigo personal de Roberto Burle Marx desde mediados de los años cincuenta, con el que colaboró esporádicamente, Silva constituyó la principal conexión europea con el gran maestro del paisajismo y fue uno de sus continuadores más representativos. Su triple faceta de paisajista, artista plástico y arquitecto le permitió la consecución de una obra rigurosa, arraigada en su medio y de gran creatividad.

Establecido en Madrid desde 1969, compaginó su faceta profesional con la docente, tanto en el Centro de Estudios Urbanos del Instituto de Administración Local como en la Escuela de Paisajismo de Batres, la Universidad Menéndez Pelayo o el Círculo de Bellas Artes, durante prácticamente tres decenios. Entre sus obras principales destacan la plaza de Pérez Galdós en Las Palmas de Gran Canaria, el parque de Logroño en Burgos y, en Madrid, la restauración del Real Jardín Botánico, los jardines de la Torre Picasso, el parque de Palomeras, los jardines del Banco de España en Canillejas y el monumento a Gregorio Marañón en la Ciudad Universitaria. Colaboró, además, con importantes arquitectos del momento, como Corrales y Molezún o Antonio Fernández Alba, y con diversos artistas plásticos, como Pablo Serrano.

A este respecto, es notable el conjunto de jardines privados repartidos por toda la geografía española, así como su participación en planeamiento urbanístico y proyectos medioambientales. Ahora bien, su obra más personal es, sin duda, su propio jardín en la ciudad de Segovia, el Romeral de San Marcos, espacio experimental de gran complejidad y rara perfección. Como artista plástico fue seleccionado para representar a Uruguay en la Bienal de Sao Paulo y en la Bienal Hispanoamericana de Barcelona, y expuso repetidas veces en diversas galerías y museos.

En 1973 adquirió la media hectárea de tierra que hoy ocupa el Romeral. El terreno, formado por tierras de aluvión y situado frente al alcázar, entre el monasterio del Parral y la iglesia de la Vera Cruz, desciende hacia el valle en tres terrazas escalonadas, colgadas sobre la ladera y orientadas al sur. En lo alto, un impresionante farallón de roca caliza lo protege del viento del norte y actúa como una estufa que irradia el calor del sol.
Una rigurosa geometría que la naturaleza ha sabido suavizar arropándola entre la vegetación, porque "el gran artífice de un jardín es el paso del tiempo", en palabras de Silva. Como homenaje a la Alhambra, que le tuvo siempre deslumbrado, el agua constituye el eje de la terraza media. Rebosa desde una alberca cuadrada y a través de un estrecho canal abierto en el suelo desemboca en un pequeño estanque.
La selección de plantas se hizo a partir de las que crecían en el entorno: arces, plátanos, castaños, espinos, carpes, robinias, álamos. En conjunto, la vegetación muestra una decidida preferencia por las especies clásicas de la jardinería mediterránea: ciprés, tejo, almez, árbol del amor, aligustre, laurel, boj, mirto, frutales, durillos, celindas, hibiscos, rosales, jazmines, hiedras, lirios, azucenas, narcisos, lavanda, tomillo y, cómo no, el romero, del que toma el nombre.

Su viuda, Julia Elena Casaravilla Peixoto, es quien se ocupa de promover su obra y gestionar su legado.

Leandro Silva Delgado (1930 en Salto - 2000 en Segovia) fue un paisajista, pintor, grabador y arquitecto uruguayo. Se dedicó a la arquitectura de jardines. Biografía Estudió dibujo y pintura con José Cúneo, y con el maestro húngaro José Cziffery, entre otros. En 1952 ingresó en la Facultad de Arquitectura, y en los años 1953 y 1954 se definió su vocación de paisajista.2 En el Salón Nacional de 1954 obtuvo el premio ANCAP. En 1957 viajó a Sao Paulo en Brasil, y por segunda vez sus obras integran el envío de Uruguay a la bienal de esa ciudad. Allí conoció a Roberto Burle Marx. Realizó luego una extensa pasantía en el taller de paisajismo de Burle Marx, convertiéndose en uno de sus alumnos predilectos. Según sus propias palabras, este hecho marcó definitivamente su vocación de paisajista. 3 En 1961 ingresó en la Escuela Superior de Paisaje en Versalles, donde ejerció la docencia tras su graduación. Asistió a la Escuela Superior de Bellas Artes de París donde profundizó en las técnicas del grabado y la pintura. Expuso su pintura y grabados en diversos eventos, destacándose: Museo de Arte Moderno de París (1962), Pratt Institute de New York (1963), Salón Internacional Paris-Sud. (1966), Galerie Marie France Vaissière, Agen, París (1967), Bienal de Obra Gráfica y Arte Seriado de Segovia (1974). Galería Propac de Madrid (1975). Museo Español de Arte Contemporáneo (1976) Centro Cultural de la Villa Madrid. (1976) Casa del siglo XV en Segovia. (1976) Bienal de Obra Gráfica de Ibiza, Baleares. (1977) III Bienal de Obra Gráfica de Seúl, Corea. (1981) Sociedad de Bellas Artes de Lisboa. (1983) Galerie Muscade, Paris. (1985) Bienal de Arte Seriado de Sevilla. (1986) Exposición Retrospectiva, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo. (1987) En 1985 dirigió la restauración del parque de la estancia presidencial de Uruguay en Anchorena, en Colonia. En Montevideo una de sus obras conocidas es el jardín del Museo Nacional de Artes Visuales del Parque Rodó, en 1990.4 Y en homenaje a su creador el "Jardín del Descubrimiento" en el parque Solari en Salto lleva el nombre del paisajista Leandro Silva. También hizo obras de mayor porte en tamaño y en historia, como la restauración del real Jardín Botánico de Madrid, hecho en su tiempo por el rey Carlos III|Carlos III.5 Vivió y trabajo en España durante 30 años, fallece en el año 2000. Su legado, el archivo profesional de Leandro, ha sido donado por su viuda, Julia Casaravilla, a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.6
Alejandro StalkerPiastri 24 de mayo de 2011 8:49
Leandro Silva Delgado (1930 en Salto - 2000 en Segovia) fue un paisajista, pintor, grabador y arquitecto uruguayo. Se dedicó a la arquitectura de jardines.

Biografía
Estudió dibujo y pintura con José Cúneo, y con el maestro húngaro José Cziffery, entre otros. En 1952 ingresó en la Facultad de Arquitectura, y en los años 1953 y 1954 se definió su vocación de paisajista.2 En el Salón Nacional de 1954 obtuvo el premio ANCAP.

En 1957 viajó a Sao Paulo en Brasil, y por segunda vez sus obras integran el envío de Uruguay a la bienal de esa ciudad. Allí conoció a Roberto Burle Marx. Realizó luego una extensa pasantía en el taller de paisajismo de Burle Marx, convertiéndose en uno de sus alumnos predilectos. Según sus propias palabras, este hecho marcó definitivamente su vocación de paisajista. 3

En 1961 ingresó en la Escuela Superior de Paisaje en Versalles, donde ejerció la docencia tras su graduación. Asistió a la Escuela Superior de Bellas Artes de París donde profundizó en las técnicas del grabado y la pintura.

Expuso su pintura y grabados en diversos eventos, destacándose:

Museo de Arte Moderno de París (1962),
Pratt Institute de New York (1963),
Salón Internacional Paris-Sud. (1966),
Galerie Marie France Vaissière, Agen, París (1967),
Bienal de Obra Gráfica y Arte Seriado de Segovia (1974).
Galería Propac de Madrid (1975).
Museo Español de Arte Contemporáneo (1976)
Centro Cultural de la Villa Madrid. (1976)
Casa del siglo XV en Segovia. (1976)
Bienal de Obra Gráfica de Ibiza, Baleares. (1977)
III Bienal de Obra Gráfica de Seúl, Corea. (1981)
Sociedad de Bellas Artes de Lisboa. (1983)
Galerie Muscade, Paris. (1985)
Bienal de Arte Seriado de Sevilla. (1986)
Exposición Retrospectiva, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo. (1987)

En 1985 dirigió la restauración del parque de la estancia presidencial de Uruguay en Anchorena, en Colonia. En Montevideo una de sus obras conocidas es el jardín del Museo Nacional de Artes Visuales del Parque Rodó, en 1990.4 Y en homenaje a su creador el "Jardín del Descubrimiento" en el parque Solari en Salto lleva el nombre del paisajista Leandro Silva.

También hizo obras de mayor porte en tamaño y en historia, como la restauración del real Jardín Botánico de Madrid, hecho en su tiempo por el rey Carlos III|Carlos III.5 Vivió y trabajo en España durante 30 años, fallece en el año 2000. Su legado, el archivo profesional de Leandro, ha sido donado por su viuda, Julia Casaravilla, a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.6


Añado las fotos de mis hijos: Juan Antonio y Horacio Octavio León Tanca Rosete, nietos del artista, en la plaza 33 de Salto, Uruguay a la noche el verano de 2009









Agregado por Lilia Rumi Brandi
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Fuente de la plaza de los 33 orientales .






Agregado por Lilia Rumi Brandi
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Fuente y una de las hermosas estatuas que adornan la plaza de los 33 orientales .






Agregado
al grupo RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS VERSIÓN 2

Ruben Caram da Silva
La plaza 33, nació prácticamente con el pueblo del Salto Oriental, siendo su primera ornamentación los árboles y las clásicas palmeras. En la década del 70 se construyó la fuente en el centro, sin agua y revestida de ágatas del departamento .... Cuenta Fernández Saldaña y César Miranda en el libro Historia General de la Ciudad, que un montevideano llamado José Pedro Fariní regaló el ángel que corona dicha fuente. La primer reforma de este paseo público, fue en 1910 siendo intendente el Dr. Marcelino Leal: se dividió la superficie en cuatro parterres simétricos, se mantuvo la fuente del centro pero se le suprimió la verja que la circundaba. En cada parterre se ubicó una figura de bronce sobre un pedestal, que representaban en su conjunto a las cuatro estaciones, las que fueron adquiridas en París. En la esquina de J. C. Gómez y Artigas (antes Daymán) había un marcado desnivel , y para solucionarlo se construyó una escalinata en cuyo primer escalón se lee el año de la reforma. Se quitaron los viejos paraísos y se hizo una nueva plantación en dos filas y alineados. La inauguración de la nueva plaza, fue el 1º de enero de 1911. Posteriormente, otras reformas se dieron en 1974 -en el gobierno del intendente Arq. Nestor Minutti- trasladándose el busto de José Pedro Varela de Uruguay y J.C. Gómez a Artigas y Florencio Sánchez. Los bustos de los héroes d la Cruzada Libertadora, Juan A. Lavalleja y Manuel Oribe, así como las estatuas de las cuatro estaciones, se colocaron sobre una senda que se abrió sobre la principal arteria. Se armó una nueva escalinata sobre J. C. Gómez a mitad de cuadra, los leones se retiraron de la escalinata de la esquina soroeste y se ubicaron en el ingreso de la Sede Comunal.

Paul Bittencourt
yo investigué mucho sobre esta plaza en la Biblioteca Nacional, cuando Malaquina decidió restaurarla y renovarla a fines de la década del 90... tuve la gran oportunidad de trabajar con Leandro Silva Delgado e intenté ser una grabadora respe ...cto a sus conceptos y forma de trabajar, fue como un curso intensivo sobre paisajismo... él decía que todo se reducía a pocos conceptos básicos que eran la base para llegar a cualquier definición sobre un proyecto... tengo una carta que me envió desde España de esa época... En realidad hay algunos detallles en la plaza que quedaron inconclusos, como el color de las estatuas... también hice contactos con Elisabeth Robert-Roualt, una francesa que centraliza mundialmente el tema de la estatuaria francesa de fundición de hierro, a las que estas piezas forman parte (y que no la tenían catalogadas) ... bueno, quizás habrá que hacer otra entrada con Leandro Silva...






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calle Colón al 280 - Salto, Uruguay





Inundaciones del ´59






Silvia Cristina Niz Preve 18 de mayo de 2011 18:36
La década del 60 encuentra a Salto, con dos matutinos: "Tribuna
Salteña" y "El Pueblo", un vespertino "La Prensa", y varios periódicos y
revistas. .
-'LA PRENSA"

"La Prensa" es uno de los diarios más -antiguos del país, integra con
"La Unión" de Minas y "El Deber Cívico" de Melo, la trilogía de los decanos
de la prensa del Interior. Algo deben de tener las páginas de estos diarios,
para que durante tan largo tiempo sean esperados todos los días.
"La Prensa" se publica por primera vez, en la imprenta que había
editado "El Deber" y "El Diario", el 17 de octubre de 1888, bajo la dirección
de Emilio Esteban Thevenet, iniciador de una estirpe de periodistas
que ha perdurado hasta nuestros días. Era de orientación colorada.
Inició este diario los servicios telegráficos, lo que dio un nuevo
enfoque periodístico al diarismo salteño, remarcando el sentido informativo
de la prensa. A la muerte de su director, lo sustituye su hijo Luis Armando
Thevenet, figura destacada del periodismo salteño y montevideano, y autor
de "La Estirpe Artiguista".
Una de sus anécdotas más significativas, que figura en los anales de
la prensa salteña, fue la polémica mantenida con el Dr. Baltasar Brun, con
motivo de la candidatura de BatIle.
Brun que apoyaba a Batlle y que había presentado dicha candidatura
a la Convención, lo invitó a dirimir la discusión iniciada en las páginas de
"La Prensa" y '''Tribuna Salteña", en el Teatro Larrañaga. Thevenet acepta
y se realiza ésta con un teatro lleno de público ansioso, de ver a estos
exponentes del periodismo local y verdaderos representantes de la cultura
salteña, desarrollando sus argumentos. Juan C. Welquer en su biografía de
Brun, dice: "Gracias a Luis A. Thevenet uno de los periodistas más grandes
del Litoral del País, Baltasar Brun se revela en aquel Teatro Larrañaga como
uno de los futuros grandes políticos, que escribirían con sangre la Historia
de nuestra Democracia".
En 1904, año en que había sufrido una suspensión de 15 días, debido
a las restricciones impuestas por el Coronel Rufino Domínguez por haber dado
a publicidad noticias relacionadas con los sucesos de guerra; se inicia
•:omo cronista CarlosM. Princivalle, contando apenas 17 años, siendo luego
redactor hasta 1911, fecha en que se cierra la primera etapa de este viejo
diario salteño. Y su director, Luis A. Thevenet, es llamado por Antonio
Bachini para integrar la redacción del "Diario del Plata" de la Capital.
"La Prensa" surge nuevamente en los años 1917 y 1918.
Finalmente, vuelve a aparecer en su segunda época el 1º de junio de
1942 bajo la redacción responsable de Alfonso Cardozo, siendo su propietaria
VIrgina Thevenet. Al poco tiempo, asume la dirección total el citado
en primer término, manteniéndose al frente del diario hasta nuestros días.
" . "La Prensa" en estos últimos tiempos, ha encarado su brega periodística
con ,un enfoque esencialmente salteño e informativo, siendo además
por su carácter de vespertino y las síntesis de su información el diario
obligado del salteño que desea las últimas noticias del día.

de EL PERIODISMO EN EL DEPARTAMENTO DE SALTO- MANUEL
OLARREAGA-1962

Agregado por Silvia Cristina Niz Preve
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El primer antecedente registrado sobre el Hotel Concordia que se conoce data de 1860, y fue publicado en el periódico de la época denominado “La República”. No se ha podido ajustar con precisión la inauguración, pero sabemos que 1865 la calle Real, hoy “Uruguay” fue la primera en ser adoquinada, usándose este procedimiento más adelante en todas las calles del centro pues era las que soportaban un mayor trasiego de carruajes y carretas. En ese mismo año fue mejorando el sistema de alumbrado público llegando a 220 el número de faroles de aceite.

COMO SE VEIA EN AQUEL ENTONCES

“…se reunía allí el ramo de café, fonda, posada, caballeriza, etc. en gran escala y bajo el pie mas decente y aseado y abundante de lo que usted quiera en vinos dulces y conserva. La mesa redonda que tiene este establecimiento es bien servida como en una capital y nunca dejan de concurrir a ella de 15 a 20 personas…en las mesas en que se toma café , se juega al dominó y billar podían haber unas 50 personas….”

Un aviso de prensa contemporáneo nos comunicaba además que tal cual era la moda, en el corralón del hotel, funcionaba un tambo donde se servía leche fresca “con todo aseo y comodidad tanto a la mañana como a la tarde”….se anunciaba la hora del mismo colocando una bandera blanca.


LOS ESPECIALISTAS EN EL HOTEL

Citamos aquí algunos de los profesionales que atendían en el hotel, haciendo especial hincapié en sus ofertas.

• Dr. Cambué : clínico dentario, curaba flemones, fístulas, llagas rebeldes, pólipos, y confeccionaba narices mecánicas, labios elásticos y se encargaba de la colocación de ojos artificiales.
• Dr. Aronson, oftalmólogo: incluía el tratamiento sin necesidad de operación para los bizcos y también colocaba ojos artificiales.
• Dr. Alexandre, quiropedista: ocupo el cuarto No135, ofrecía cura definitiva, callos, verrugas, juanetes uñas encarnadas, y lunares sin sangrar. También ablandaba el cabello y le ponía su color natural con el específico denominado “reina de Jabones” (lo que realmente nos hace pensar que la vuelta al coor natural del pelo fuese un buen lavado)


LOS SERVICIOS DEL HOTEL

Detallamos los servicios que cumplía el hotel: caballerizas y carruajes, destacándose especialmente el de brindar “baños a todas horas”. Esto se daba debido a que el agua no abundaba en los hogares. Para eso el hotel ofrecía abundante agua caliente. Se conocen ofertas de dicho servicio que alcanzaban a 5 reales por un baño y 5 pesos por un abono de 12 sesiones de cómoda higiene. Otro de los destacados era el servicio de comidas y banquetes con el acompañamiento de vinos y licores de toda calidad y clase. A todas estas ventajas se unían los amplios salones del hotel. Tales circunstancias hicieron que el Hotel Concordia se convirtiese en un centro social indiscutible.

No podemos dejar de lado otra faceta de los servicios que el hotel brindaba. Hubo un momento que la mayoría de sus cuartos estaban destinados a consultorios de profesionales. Médicos, dentistas, abogados, agrimensores, oculistas publicitaban desde 1865 en adelante la atención a pacientes en los cuartos que rentaban al efecto.





LOS ADELANTOS TECNICOS EN EL HOTEL

El 14 de julio 1882, organizada por la colonia francesa de salto, se sirvió un gran banquete al que asistieron las más importantes personalidades del momento, ambienta por una banda militar. El hecho más relevante de esa jornada fue que el salón y el frente del Hotel se iluminaron con focos de luz eléctrica. Aprovechando esto el fotógrafo Sr. Masoni tomó numerosas vistas fotográficas del lugar y de los invitados. Así mismo se contó en esa velada con un aparato telefónico cedido por un vecino. Este fue el primer intento de instalación eléctrica y telfónica en Salto.


HACIA 1900

Comenzaron a ofrecerse cuartos para hombres solos, agregando que las habitaciones estaban bien amuebladas y que se podía optar por alojamiento con o sin pensión.

En esos tiempos se realizó un especial banquete con motivo de una despedida de soltero del que sería posteriormente el Presidente de la República oriental del Uruguay: Baltasar Brum.

En 1914 el hotel fue redecorado y a partir de allí se comenzaron a ofrecer los domingos lo que se denominaban “dinner concert”.

En la década del treinta fue elegido por los Rotarios como sede de sus sesiones. En el 1933 el hotel recibió a su mas destacada visita: allí se alojó durante tres días nada menos que “el mago”,Carlos Gardel y su orquesta





Agregado por Silvia Cristina Niz Preve
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Edmundo Prati diseñó una plaza con simbología masónica, pero Armando Barbieri la modificó: La verdadera historia de la Plaza Artigas Publicado en 11.04.2010Imprimir La Plaza Artigas, situada entre las calles Uruguay, Artigas, 25 de Agosto y 18 de Julio, constituye el principal paseo público de nuestra ciudad. Al cumplirse los 100 años de la Jura de la Constitución, el 18 de julio de 1930, se colocó un monumento al General José Artigas a caballo, obra del escultor Edmundo Pratti, inaugurándose el 29 de setiembre de 1940. Desde el 12 de noviembre de ese mismo año, la plaza es designada con el nombre de “General José Artigas”, colocándose una placa donde reza: “Plaza General Artigas. En el centenario de su muerte”. A ambos lados del monumento se encuentran dos representaciones del ciudadano y del campesino. Remontándonos a sus orígenes primeramente se llamó Plaza Nueva, luego fue Plaza 18 de Julio y desde la fecha señalada adopta el actual nombre de “Plaza Artigas”. Sin embargo, su concepción original era muy diferente a la actual. Quien esculpió los monumentos, el reconocido artista Edmundo Prati, había planificado cuidadosamente el aspecto arquitectónico de ese paseo, en el cual los Tres monumentos estarían erigidos en forma Piramidal, con la figura del Prócer a la cabeza. Algo que estaba cargado de un fuerte contenido y simbología masónica, logia a la que pertenecía el escultor e ideólogo del proyecto. Pero esto, fue modificado por el arquitecto Armando Barbieri, Intendente de Salto de la época, quien decidió que la misma presentara un aspecto muy diferente al sugerido por el escultor. Pasaron los años y el descubrimiento de una misiva enviada por Edmundo Prati a un amigo suyo salteño, manifiesta su malestar e indignación por la conformación de la Plaza Artigas tal cual la conocemos, por no respetársele sus ideas. Una descendiente del destinatario hizo llegar a EL PUEBLO la histórica misiva y en el presente informe le brindamos un documento revelador de una verdad hasta ahora desconocida. Según uno de los máximos exponentes de esa cofradía, Néstor Albisu La masonería relativiza que el cambio de planes haya sido una afrenta a la simbología de la Logía El acervo histórico y cultural de Salto tiene una fuerte influencia de la obra masónica, algo que puede denotarse en sus construcciones monumentales como la del Teatro Larrañaga, el Palacio de Oficinas Públicas, el Ateneo Municipal, varios Panteones del Cementerio Central y la casa que alberga el imponente y discreto templo ubicado en la Escuela Hiram, entre otros. Los Masones, han construido ciudades y monumentos en todo el mundo, bajo la concepción urbanista de su rico conocimiento milenario transmitido de generación en generación. Así, múltiples capitales y ciudades importantes de Europa y Estados Unidos, como en este último caso Washington D.C., contienen una fuerte simbología masónica entre la sede del Congreso, el Monumento Lincoln, la sede del Pentágono Si bien Edmundo Prati era miembro de la Logia Masónica de Salto, y por su condición de tal, aplicó sus enseñanzas a la planificación urbanística de la plaza pública en la que estarían los tres monumentos que él mismo creó, a sabiendas de que ese espacio se convertiría en la plaza más importante de la ciudad, el hecho de que el arquitecto Armando Barbieri, quien fue Intendente de Salto por el Partido Colorado, pero que a diferencia de mucha gente que lo rodeaba, no pertenecía a la logia, haya aplicado un cambio en los planes que inicialmente Prati había manejado para la forma que adquiriría la hoy Plaza Artigas, con los tres monumentos en forma piramidal, algo de contundente simbología masónica, generó ahora suspicacias de porqué se concretó esa modificación y cuál fue el argumento de Barbieri para hacerlo. Si bien este arquitecto urbanista que no era masón, aunque sí lo eran muchos de sus correligionarios del Partido Colorado y también quienes lo rodearon cuando él estuvo al frente de la Intendencia Municipal, ¿tuvo un criterio relacionado con la pertenencia de Prati a la Logia para reorganizar la construcción de la Plaza Artigas? La duda persiste y será analizada por los integrantes de la masonería en los próximos días. En un diálogo convocado por EL PUEBLO para conocer más detalles de lo que revela esta epístola, la que obra en poder de una descendiente de su destinatario, uno de los referentes de la Logia Masónica de Salto, el Dr. Néstor Albisu, afirmó que el hecho “lo tomó por sorpresa” y si bien relativizó que la transformación de la Plaza Artigas, de la idea original planteada por Prati, constituya una afrenta a su concepción masónica, reconoció que el hecho da lugar a un estudio más profundo para saber qué fue lo que pasó. En su casa de la calle Uruguay, cuyo balcón del frente daba hacia el balcón de la casa donde durante muchos años vivió otro masón, el coronel Gerardo Altieri, el ex jefe de Policía de Salto y odontólogo jubilado, Néstor Albisu, recibió a este diario y allí leyó con mucho asombro la carta que escrita a máquina, remitió el escultor Edmundo Prati a un amigo suyo en los años 60. Albisu comenzó el diálogo contando una anécdota: “una vez se encontraban dos hermanos masones refaccionando la bóveda (techo) del templo (masón que está ubicado en los fondos de la Escuela Hiram) y estaban, según ellos, pintando unas humedades que aparecían en ese lugar. Entonces de repente ingresó uno de los hermanos masones de la época, Manuel Suárez Atienza, y le preguntó que, qué estaban haciendo. Y uno le contestó estamos tapando unas humedades. Y él les dijo: lo que están haciendo es arruinar una obra de Edmundo Prati, esas no son humedades, son nubes (ya que la bóveda representa un cielo que va desde el amanecer hasta la noche)”. Albisu dijo que “ahí me enteré que Edmundo Prati era masón, pero nunca supe de esto, de su intención de que los tres monumentos de la Plaza Artigas tuvieran una forma triangular y de que Barbieri le cambiara esto”. El grado 33 de la masonería en Salto, indicó que “no era casualidad que haya elegido el granito como material para la construcción de los monumentos porque ese material es considerado como uno de los elementos básicos. Además de que se trate de “tres” monumentos, en forma piramidal justamente hace a nuestra simbología”. Comentó que en todo el mundo hay construcciones de fuerte ascendencia masónica, puesto que ese es el origen de estos en el Siglo VIII en Europa. Sostuvo que en Salto hay mucha construcciones con simbología masónica pero que no quiere decir que el dueño de casa lo sea. “En Salto no había frentistas (albañiles que supieran terminar frentes de una casa) y entonces el constructor Antonio Invernizzi, que era masón, impartió cursos de construcción de esta rama en la Escuela Hiram”, dijo, “pero era una forma de difundir el tipo de construcción, y de impartir conocimientos y difundirlos a todos, eso está en nuestra filosofía”. Aunque con respecto al arquitecto Armando Barbieri señaló que “no creo que él supiera mucho de todas las cosas que hacía la masonería. Porque además no era algo tan difundido como es ahora. Hoy se conoce mucho sobre la masonería y sus fines. Aunque tampoco quiero creer que el cambio de planes sobre la construcción de la Plaza Artigas, por la idea que tenía Edmundo Prati, tenga que ver con que se trataba de algo con simbología masónica. Aunque el hecho da para que sea estudiado por la logia y tratemos de reunir información sobre el mismo. Esa carta es muy reveladora y genera un evento muy novedoso para la historia de la Logia y para la historia de Salto”, sostuvo. La carta será analizada en las próximas “tenidas” (reuniones) de la Logia Masónica de Salto.
Silvia Cristina Niz Preve 16 de mayo de 2011 10:40
Edmundo Prati diseñó una plaza con simbología masónica, pero Armando Barbieri la modificó: La verdadera historia de la Plaza Artigas
Publicado en 11.04.2010Imprimir

La Plaza Artigas, situada entre las calles Uruguay, Artigas, 25 de Agosto y 18 de Julio, constituye el principal paseo público de nuestra ciudad. Al cumplirse los 100 años de la Jura de la Constitución, el 18 de julio de 1930, se colocó un monumento al General José Artigas a caballo, obra del escultor Edmundo Pratti, inaugurándose el 29 de setiembre de 1940.
Desde el 12 de noviembre de ese mismo año, la plaza es designada con el nombre de “General José Artigas”, colocándose una placa donde reza: “Plaza General Artigas. En el centenario de su muerte”.
A ambos lados del monumento se encuentran dos representaciones del ciudadano y del campesino. Remontándonos a sus orígenes primeramente se llamó Plaza Nueva, luego fue Plaza 18 de Julio y desde la fecha señalada adopta el actual nombre de “Plaza Artigas”.
Sin embargo, su concepción original era muy diferente a la actual. Quien esculpió los monumentos, el reconocido artista Edmundo Prati, había planificado cuidadosamente el aspecto arquitectónico de ese paseo, en el cual los Tres monumentos estarían erigidos en forma Piramidal, con la figura del Prócer a la cabeza. Algo que estaba cargado de un fuerte contenido y simbología masónica, logia a la que pertenecía el escultor e ideólogo del proyecto.
Pero esto, fue modificado por el arquitecto Armando Barbieri, Intendente de Salto de la época, quien decidió que la misma presentara un aspecto muy diferente al sugerido por el escultor. Pasaron los años y el descubrimiento de una misiva enviada por Edmundo Prati a un amigo suyo salteño, manifiesta su malestar e indignación por la conformación de la Plaza Artigas tal cual la conocemos, por no respetársele sus ideas. Una descendiente del destinatario hizo llegar a EL PUEBLO la histórica misiva y en el presente informe le brindamos un documento revelador de una verdad hasta ahora desconocida.

Según uno de los máximos exponentes de esa cofradía, Néstor Albisu
La masonería relativiza que el cambio de planes
haya sido una afrenta a la simbología de la Logía

El acervo histórico y cultural de Salto tiene una fuerte influencia de la obra masónica, algo que puede denotarse en sus construcciones monumentales como la del Teatro Larrañaga, el Palacio de Oficinas Públicas, el Ateneo Municipal, varios Panteones del Cementerio Central y la casa que alberga el imponente y discreto templo ubicado en la Escuela Hiram, entre otros.
Los Masones, han construido ciudades y monumentos en todo el mundo, bajo la concepción urbanista de su rico conocimiento milenario transmitido de generación en generación. Así, múltiples capitales y ciudades importantes de Europa y Estados Unidos, como en este último caso Washington D.C., contienen una fuerte simbología masónica entre la sede del Congreso, el Monumento Lincoln, la sede del Pentágono
Si bien Edmundo Prati era miembro de la Logia Masónica de Salto, y por su condición de tal, aplicó sus enseñanzas a la planificación urbanística de la plaza pública en la que estarían los tres monumentos que él mismo creó, a sabiendas de que ese espacio se convertiría en la plaza más importante de la ciudad, el hecho de que el arquitecto Armando Barbieri, quien fue Intendente de Salto por el Partido Colorado, pero que a diferencia de mucha gente que lo rodeaba, no pertenecía a la logia, haya aplicado un cambio en los planes que inicialmente Prati había manejado para la forma que adquiriría la hoy Plaza Artigas, con los tres monumentos en forma piramidal, algo de contundente simbología masónica, generó ahora suspicacias de porqué se concretó esa modificación y cuál fue el argumento de Barbieri para hacerlo.
Si bien este arquitecto urbanista que no era masón, aunque sí lo eran muchos de sus correligionarios del Partido Colorado y también quienes lo rodearon cuando él estuvo al frente de la Intendencia Municipal, ¿tuvo un criterio relacionado con la pertenencia de Prati a la Logia para reorganizar la construcción de la Plaza Artigas? La duda persiste y será analizada por los integrantes de la masonería en los próximos días.
En un diálogo convocado por EL PUEBLO para conocer más detalles de lo que revela esta epístola, la que obra en poder de una descendiente de su destinatario, uno de los referentes de la Logia Masónica de Salto, el Dr. Néstor Albisu, afirmó que el hecho “lo tomó por sorpresa” y si bien relativizó que la transformación de la Plaza Artigas, de la idea original planteada por Prati, constituya una afrenta a su concepción masónica, reconoció que el hecho da lugar a un estudio más profundo para saber qué fue lo que pasó.
En su casa de la calle Uruguay, cuyo balcón del frente daba hacia el balcón de la casa donde durante muchos años vivió otro masón, el coronel Gerardo Altieri, el ex jefe de Policía de Salto y odontólogo jubilado, Néstor Albisu, recibió a este diario y allí leyó con mucho asombro la carta que escrita a máquina, remitió el escultor Edmundo Prati a un amigo suyo en los años 60.
Albisu comenzó el diálogo contando una anécdota: “una vez se encontraban dos hermanos masones refaccionando la bóveda (techo) del templo (masón que está ubicado en los fondos de la Escuela Hiram) y estaban, según ellos, pintando unas humedades que aparecían en ese lugar. Entonces de repente ingresó uno de los hermanos masones de la época, Manuel Suárez Atienza, y le preguntó que, qué estaban haciendo. Y uno le contestó estamos tapando unas humedades. Y él les dijo: lo que están haciendo es arruinar una obra de Edmundo Prati, esas no son humedades, son nubes (ya que la bóveda representa un cielo que va desde el amanecer hasta la noche)”.
Albisu dijo que “ahí me enteré que Edmundo Prati era masón, pero nunca supe de esto, de su intención de que los tres monumentos de la Plaza Artigas tuvieran una forma triangular y de que Barbieri le cambiara esto”.
El grado 33 de la masonería en Salto, indicó que “no era casualidad que haya elegido el granito como material para la construcción de los monumentos porque ese material es considerado como uno de los elementos básicos. Además de que se trate de “tres” monumentos, en forma piramidal justamente hace a nuestra simbología”.
Comentó que en todo el mundo hay construcciones de fuerte ascendencia masónica, puesto que ese es el origen de estos en el Siglo VIII en Europa. Sostuvo que en Salto hay mucha construcciones con simbología masónica pero que no quiere decir que el dueño de casa lo sea. “En Salto no había frentistas (albañiles que supieran terminar frentes de una casa) y entonces el constructor Antonio Invernizzi, que era masón, impartió cursos de construcción de esta rama en la Escuela Hiram”, dijo, “pero era una forma de difundir el tipo de construcción, y de impartir conocimientos y difundirlos a todos, eso está en nuestra filosofía”.
Aunque con respecto al arquitecto Armando Barbieri señaló que “no creo que él supiera mucho de todas las cosas que hacía la masonería. Porque además no era algo tan difundido como es ahora. Hoy se conoce mucho sobre la masonería y sus fines. Aunque tampoco quiero creer que el cambio de planes sobre la construcción de la Plaza Artigas, por la idea que tenía Edmundo Prati, tenga que ver con que se trataba de algo con simbología masónica. Aunque el hecho da para que sea estudiado por la logia y tratemos de reunir información sobre el mismo. Esa carta es muy reveladora y genera un evento muy novedoso para la historia de la Logia y para la historia de Salto”, sostuvo.
La carta será analizada en las próximas “tenidas” (reuniones) de la Logia Masónica de Salto.







"El Primer Canto de Gesta de nuestra nacionalidad es un Himno al Salto"






"El Primer Canto de Gesta de nuestra nacionalidad es un Himno al Salto"
Eduardo S. Taborda

El Poder Ejecutivo ha votado la suma de veinte mil pesos para la erección del monumento a Bartolomé Hidalgo, el primer cantor de Gesta de nuestra nacionalidad, el Tirteo Capitán de Artigas, autor del Himno al Salto.



Este monumento será levantado en Montevideo, hecho este, bajo todo punto de vista, equivocado y erróneo, por que no se ajusta a la verdad histórica este emplazamiento.



Esta primera canción patria de vibrantes y encendidas estrofas, el poeta la escribió en tierra de Salto, cuando las huestes "Artiguistas" marchaban al Éxodo, y desde acá, desde nuestro Salto, donde nuestra nacionalidad recibió de nuestro río sus aguas bautismales, alzó vuelo, resonante y ascendente llevando hasta los lejanos confines de la patria soñada, el llamado del heroísmo para la sagrada causa de nuestra libertad.



Y la voz del poeta fue oída por todos los patriotas que acuden a Salto, jinetes en sus potros con sus tercerolas y medias lunas en defensa de la libertad, a rubricar con su sangre el nacimiento de nuestra nación.



Oigamos al poeta y al soldado, al Tirteo de nuestras homéricas campañas; a Hidalgo, que es vate y guerrero, por que "es un poeta que lucha y es un guerrero que canta:"



"Orientales! La Patria peligra

Ya reunidos al Salto volad;

Libertad entonad en la marcha

Y al regreso decid: Libertad."



"Precipitan del desaguadero

Al indiano que supo triunfar,

En Oriente se pierden los lauros

Que la Patria nos, hizo ganar".



"Sin recursos, sin otra fortuna,

Que ganar, Libertad, Libertad,

Los nativos del ínclito Oriente,

Esperamos con ansias entonar."



"Gloria o Patria que tus Orientales,

Muerte gritan con harto placer,

Y tranquilos se van a la huesa,

Sin cadenas que saben romper."



"La valiente jornada del Salto,

Todos prontos ya están a emprender,

Su deseo es salvar el sistema,

O en su honor perecer."



"De las almas la libres cenizas,

Al gran Salto se van a esconder,

Muere el padre, la hermana, el amigo,

Sin que el llanto se mire verter."



"¡Salve, oh Salto! mansión destinada,

A los libres que el Sol vio nacer,

Justo asilo de acción muy heroica,

¡Quien sus timbres pudiera tener!"



"Orientales la patria peligra,

Ya reunidos al Salto volad,

Libertad, entonad en la marcha

Y al regreso, decid: Libertad."

Este monumento debiera tener su emplazamiento en nuestra ciudad.



A nosotros los salteños nos hubiera correspondido la iniciativa de esta noble recordación; pero a nosotros siempre nos pasa lo mismo, olvidamos a lo nuestro, somos remisos en nuestros deberes.



Hidalgo, no tiene en Salto nada que lo recuerde —ni una plazuela, ni un jardín, ni siquiera una vía de tránsito que tenga su nombre.



Nosotros que somos espléndidos y generosos para con los extraños, que hemos prodigado muchas de las calles de nuestra ciudad para perpetuar la memoria de muchos "Don Nadie", somos avaros, mezquinos y miserables, y muy pocas veces pagamos nuestras deudas de honor.



Estamos en deuda con Hidalgo, el primer poeta de nuestra Gesta emancipadora, y con Melitón Alfonso el primer poeta salteño que abofeteó a la tiranía.



Por nuestra dignidad de pueblo libre y altivo saldemos estas deudas con el oro de la gratitud, y el recuerdo imperecedero de estos dos caballeros de la libertad sea grabado en el bronce y esculpido en el granito para que la posteridad no nos juzgue con la severidad a que son acreedores aquellos que olvidan a los que generosamente dieron su sangre y el espíritu de sus vidas por la conquista de la libertad y el engrandecimiento de una patria.



Nuestro Municipio tiene la palabra y sus componentes, que son salteños de verdad, no han de permitir que el olvido sea eterno, para estos poetas que conquistaron el laurel de Apolo para Salto, cantando y luchando por la libertad.

Eduardo S. Taborda
Salto de Ayer y de Hoy
Selección de charlas radiales - Salto 1947


Agregado por Silvia Cristina Niz Preve
al grupo RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS VERSIÓN 2







Lilia Rumi Brandi
Boticas en el Salto Oriental





La Asistencia Pública





“...No había boticas en la población por esos tiempos: el médico preparaba sus recetas en botiquín propio, y , por lo demás, mucho se libraban al remedio casero y a los específicos.

Alguna que otra fórmula de composición siempre confeccionada a domicilio con ingredientes comprados sueltos: sodas refrescantes y purgantes; una sal en un papelito blanco, otra en un papelito azul...

Los almacenes surtían los específicos: píldoras purgativas de Allan “para cura de todas las enfermedades crónicas o agudas” – según rezaban los anuncios – “Verdadero Jarabe Antiácido Británico”.

La primera botica establecida fue la de don José M. Urtizberea – llamada Botica del

Indio- en la calle Uruguay, (1856) siguieron más tarde la “Central”, de don Rodolfo Merz (1862), la de don Antonio Garbarini, y la “Colón”, de don Juan José Brignole (1866), que todavía existe.





“HISTORIA GENERAL de la CIUDAD Y EL DEPARTAMENTO DEL SALTO”

Tomado del Capítulo XVIII – La Asistencia Pública – Págs. 149 y 150

de José M. Fernández Saldaña y Cesar Miranda

Montevideo – Uruguay

Imprenta Nacional – 1920



Nuestra Primera Botica





En el año 1852 se instala en el Salto la primera Botica. El boticario Italiano Don José Antonio Garbarini abnegado ayudante del Dr. Fermín Ferreira en el sitio de Montevideo y más tarde legionario y compañero de Garibaldi en todas sus campañas, en el citado año 52 se radica en esta Villa del Salto y hace construir la casa, hasta hoy existente en la esquina Nor-este de las calles Brasil y República Argentina y en ella instala la primera Botica que tuvo nuestro pueblo.

En esta casa en el historial del viejo Salto ocupa un lugar destacado por ser ella la primera construida en esta Villa con rejas en sus ventanas y las gentes de aquel entonces la señalaba con cierto orgullo con el mote de «La casa de las rejas».

En este lugar el Sr. Garbarini permaneció con su Botica por un espacio de tiempo de más de diez años trasladándola a una nueva casa que hizo construir bajo la dirección de Don Saturnino Ribes en el paraje que hoy ocupa el hermoso edificio que sirve de sede al Banco de Crédito.

A la vuelta del Paraguay del ejército brasileño éste acampó en Salto y acá dicho ejército fue azotado por una peste que lo diezmaba en forma alarmante, - con este motivo el gobierno brasileño ordena la instalación de Hospitales, misión está que fué confiada al Dr. Steriolo y al Sr. Garbarini quienes instalan catorce salas en ranchos, galpones y barracas.

La principal de estas enfermerías fue ubicada en la barraca de Guerra sita donde es la casa de la familia de Popelka.

Por estos servicios al retirarse estas tropas el Dr. Steriolo cobra en Montevideo al Ministro brasilero la suma de 66 mil pesos para el Sr. Garbarini por honorarios y gastos de abastecimientos.

A las tertulias de la botica del Sr. Garbarini concurría, como era costumbre en aquella época en los pueblos de hacer sociabilidad en la Botica, lo mejor que tenía nuestro Salto de entonces.

Cuando la Escuadra Brasilera estuvo en ésta, en el salón familiar del Sr. Garbarini se realizó una gran soiré amenizada por una orquesta digna de recordarse por los nombres de sus componentes, todos de hondo arraigo en nuestra primitiva sociedad y que fueron factores decisivos de nuestra cultura y de nuestro progreso y ellos son los siguientes: al piano el profesor Sr. Francisco Parodi; violines, Don José Rachetti, Don Ramón Alberdi y Don Saturnino Ribes.

En el año 1872 el Sr. Garbarini liquida su negocio y se va a vivir a su hermosísima quinta ubicada donde es hoy la Avda. Rodó entre las de Paraguay y Apolón de Mirbeck y funda en ese paraje la “Botica de la Floresta”...

El Sr. José Antonio Garbarini ejerció su profesión en nuestra ciudad por el término de más de cincuenta años falleciendo a la avanzada edad de 92 años en 1903; su deceso enlutó a prestigiosas familias de nuestro medio y el Salto perdió a uno de sus primitivos hombres de empresa que encauzaron con tenacidad y honradez el florecimiento de nuestra hoy bellísima ciudad.



Tomado parcialmente de:

“Nuestra primera Botica” – Págs. 65,66,67,68

perteneciente a “SALTO DE AYER Y DEHOY”

(Selección de Charlas Radiales)

de Eduardo Santos Taborda

Impresión de la Intendencia Municipal de Salto

Segunda edición

Salto R.O. del Uruguay -1955


Agregado por Henie Gallino Tesler, próxima a incorporarse al grupo






virgina .. te cuento a tí y tú pones lo que te parece.." mis primeros recuerdos fueron cuando yo vivía en calle uruguay al 800 ( hoy librería Ariel)...fui a la tienda de Paris Londres , enfrente estaba " Pinocho" , el cine " Ariel" con su continuados.la Confitería Oriental , recuerdo una edificación en Uruguay al 600de dos pisos y en la parte superior Miriam Albisu daba clase de baile Después pasé a vivir en

Amorín 28. Allí mi madre continuó con su peluquería llamada" Venus"
Tenía sus clientas..no era como ahora que hay peluqerías por todos lados. Eran tres o cuatro peluquerías y nada más.A la de mamá iba Marosa di Giorgio..recuerdo su pelo relargo y que se hacía el "torniquete".Un día mi madre estaba muy ocupada y yo se lo intenté hacer...era como ir envoliviendole el pelo...pero lo que conseguí fue hacer un desastre. La miraba siempre que iba porque se vestía de manera llamativa y no le importaba nada de na

Al lado de casa estaba el Jockey Club y en la esquina la Cosechera. En la otra esquina Los PInguinos ( de los Boxars) Enfrente Mendez Hermanos. Los taxis de la parada...En la otra esquina estuvo muchos años el negocio de Papelería de los Parentini. El lugar que impactaba era la Cosechera...con los Sres. de traje tomando algo y mirando para afuera...también había señoritas...Recuerdo que yo me quedé a dormir en la pieza del fondo y me despertó la conversación de personas que estaban arriba del techo,

algunas estaban angustiadas, otras lloraban. Fuí a contarle a mi padre y me dijo que me volviera a dormir . Eran personas que trabajan en la Cosechera y no tenían documentos y que si decíamos algo también peligraba nuestra familia ( ésto fue hace más de 45 años)



Agregado por Silvia Cristina Niz Preve
al grupo RECONSTRUYAMOS LA MEMORIA DE LOS SALTEÑOS VERSIÓN 2






Silvia Cristina Niz Preve 14 de mayo de 2011 16:28
¡Tirame el tubo!!

Columnistas | 12 May. Néstor Albisu.
Allá por la década del 70, los jóvenes usaban esa expresión para pedir el número del teléfono, haciendo alusión al tubo de aquellos entonces únicos teléfonos domiciliarios.
La gente mayor de esa época, para pedir a alguien que lo llamara por ese medio decían:"Pegame un telefonazo" (sonando casi como amenaza por el fuerte porte del aparato). O hacía un gesto girando un dedo en el aire, que significaba: !Discame! Era la época en que los teléfonos tenían un disco donde se sucedían los números a marcar para realizar un llamado.
Los de hoy, usaron poco el viejo y generalmente negro teléfono (solo eran blancos en las películas de Mirtha Legrand), cuyo tubo pedían los jóvenes de entonces, le tiraran su número.
Como pocos usaron su disco comunicador, por eso no entienden a los veteranos que al pedir un número hacemos girar nuestro índice al aire como si aún se usaran así.
Naturalmente, menos serán los que conocieron ese teléfono pero sin el disco, y que al descolgarlo, dejaba escuchar una voz femenina: "¿Número?" A veces simpática, otras imperativa, cuando el cliente no le comunicaba rápidamente el número con quien quería comunicarse.
Y para mayor asombro, era en vivo. Ahora hay servicios especiales en las que una máquina dialoga con nosotros pidiéndonos datos del servicio que presta. El teléfono de entonces era con telefonistas en vivo y en directo.
Toda una historia con respeto a estas generalmente simpáticas telefonistas. Se decía: Que eran chismosas (quisieran o no se sabían todas las historias de la pequeña ciudad); que eran todas una "locas" (conocí a unas cuantas y todas muy serias señoras), etc.
Pero fuera de todo, su servicio era generalmente muy satifactorio. Cuando Salto era aún una aldea que pugnaba por crecer, pudieron darse diálogos como el que relataré:
--"¿Número?"-
"Quisiera hablar con el 333 (imaginarios 3 números que componían el numeral de entonces)"---
-"¿Ud quiere comunicarse con el Dr. XX?".
-"Si".
-"Lamentablemente el Dr. fue llamado para un parto y salió para la zona de Los Corrales. El que puede estar libre es el Dr.YY".
Bueno, y con distintos tópicos, casa de peinados, moda, enseñanza, etc., la telefonista guiaba muchas veces a su interlocutor. Seguro no resultaba raro que en su peluquería esperando turno la telefonista comentara inocentemente que la jovencita Fulanita llamaba tantas veces a Zutanito, o que problemas tendría tal comerciante que urgentemente reclamara la presencia del Sr. Abogado a su negocio.
Hoy se habla de interferencias electrónicas, y los secretos se descubren, pero esas interferencias son incapaces de prestar el servicio de ubicarte un médico o una farmacia de turno como las comedidas telefonistas de antaño.
Y si consideramos lo que se pueden extrañar las actuales generaciones con estos relatos de los antiguos (¿tan antiguos?), medios de comunicación, qué no dirían aquellos que desaparecieron antes de esta modernización y vieran los actuales.
Desde el tamaño de los teléfonos, la ausencia de cables, su alcance, etc. No digamos nada si vieran a los jóvenes fotografiarse, filmarse, grabar y pasar bandas musicales. Incluso el poder elegir cual será el sonido que alerte que una llamada está esperando.
Sin telefonistas ni discos giratorios, con botones, que pronto desaparecerán y obedecerán a la voz del propietario .Y para no sentir pesadumbre, no queremos ni imaginar a lo que llegarán años después en que nos convirtamos en recuerdo.
Me queda un consuelo, o tal vez lo invento para conformarme. No creo que todos esos adelantos puedan sustituir a aquellas amables telefonistas que nunca te dejaban de a pie. Que tomaban tu problema como propio y eran capaces de rastrearte desde un médico, hasta una peluquería, farmacia de turno o florería abierta… según fuera tu necesaria urgencia. Aquellas generalmente simpáticas, aparentemente anónimas, aunque en nuestro Salto del 40 y 50 del siglo pasado, nos conocíamos todos.
Para bien o para mal… nos conocíamos.
No sabemos cual es la expresión actual para pedirse el teléfono entre los jóvenes. Pero, seguro estamos que a nadie se le ocurrirá pedir que lo llamen solicitando: "¡Pegame un telefonazo!".
El tamaño actual no lo amerita. Y menos expresar lo del título, porque hoy… sería mal interpretado.

2 comentarios:

  1. Estimados amigos uruguayos, veo con agrado que han reproducido unos articulos publicados en mi blog www.rapidoamoron.blogspot.com Es para mi un halago que tomen mis notas para ilustrar su blog sobre la memoria de Salto, su tan bella ciudad que visite hace un par de años. Mas halagador aun es encontrarlas en un sitio tan interesante como este dedicado a la historia y a la cultura.
    Si bien algunas imagenes son de mi autoria quiero recordales que todas esas notas no hubieran sido posibles sin la ayuda de los amigos, el salteño Jorge Luis Manzini y el montevideano Fabian Iglesias Perez a quienes tambien les estoy agradecido por su colaboracion con fotos y datos sobre la historia ferroviaria.
    Desde Buenos Aires, les hago llegar mi agradecimiento por publicar mis articulos y tambien por tener la gentileza de mencionar la fuente. Desde aqui les envio mis saludos por estas navidades y que tengan muy feliz año nuevo.
    Jorge Sanguino

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  2. Disculpame Jorge Sanguino, por no haber sabido contestar a tiempo tus hermosas palabras, el honor es para mí haber podido compartir tus notas, y también tus decires sobre este sitio, sigo gustosamente a tus cordiales órdenes, Virginia

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