HORACIO A. ROSETE BRIGNOLE

HORACIO A. ROSETE BRIGNOLE
Artista salteño, según sus propias palabras: De profesión Artista, de oficio: Abogado" - "Nací en Salto, departamento del mismo nombre, en la República Oriental del Uruguay, un viernes 13 de julio del año 1926.- En plena "cuchilla", en éste departamento soleado donde las naranjas son mas rojas y mas dulces, y en el que las mujeres tienen las mas bellas pantorrillas, gracias a la topografía del terreno en que transitan. Por si Uds. no lo saben, mi país queda al Este del Río Uruguay, haciendo esquina con el Río de la Plata, al decir de Maggi. No tenemos problemas de razas, ni de religiones; no quedan mas indios.- Bernabé mató los últimos en el "Tacuabé", en el siglo pasado.- Somos pobres, pero... no tanto. Desde 1904 no tenemos guerras ni revoluciones.- La guerrilla "Tupamara" de los años sesenta fue una "revuelta de melenudos". Mi padre era dentista y mi madre, una de las mujeres mas hermosas. Mi tío-abuelo me regaló un pony alazan-ruano, y desde siempre me hice amante de los caballos. A los seis años garabateaba caballos, y por mi aficción al dibujo, me pusieron una maestra particular que me enseñó a hacer orejas como realmente son las orejas. Desde que mi madre pintaba al mejor estilo "Colegio de las Hermanas", dio en mis manos su caja de óleos y pinceles. Así nació mi vocación. María del Cármen, una fámula cálida, ayudante de mi padre, me inició en el gusto por las mujeres. Por no se qué razón me hice abogado, profesión que, a regañadientes, terminé ejerciendo con gusto y placer. Mientras cumplía los cursos académicos en la Facultad de Derecho, transité talleres y maestros: Lucas Gaffre, Milans Martínes, Cúneo, Pratti, Pareja .... y muchos libros. En 1948, envié un cuadro al Salón Nacional y me otorgaron "Carnet de Expositor". Desde entonces no he podido dejar de pintar. Como desde siempre fui muy enamoradizo, tuve muchas mujeres.- Tal vez amé a una sola.- Pero las cosas no fueron fáciles, ni se deslizaron tan lindamente.- Aún no lo son. Aprendí que el hombre tiene cinco sentidos que lo relacionan con el mundo exterior, que interactúan entre sí y degustan ese mundo.- Que su mente piensa, y que aún lo hace cuando no sabe que piensa, y que con su imaginación y sus crisis, se proyecta, racionalizando sus instintos de "primate": territorio, jerarquía, poder, sexo y amistad-enemistad con el grupo. Aprendí que el "órden" rige aún en el "caos" y que la impronta de un trazo y el color de un plano, signan un mensaje con sólo una ojeada. Aprendí que el mundo es bello, que la persona importa que lo mas mágico es vivir, vivir en libertad también, que es hacer y pensar lo que a uno se le ocurra, siempre que, al decir de Vaz Ferreira, que el sujeto haga y piense lo que debe. Mi compromiso es conmigo mismo y termina cuando yo termine." Falleció en el año 2000

HARB

HARB
Firmaba sus obras con la sigla "HARB" iniciales de sus nombres y apellidos aunque las primeras no, y acompaña el dibujo característico de la rosa, sus obras mayores se encuentran en diversas colecciones particulares

Dr. Horacio A. Rosete Brignole

Dr. Horacio A. Rosete Brignole
Foto: gentileza de la Artista Elsa Trolio, que se la puede observar en el medio de las tres damas. Gracias Elsa!! un fuerte abrazo para ti y tus afectos!!! Virginia Rosete

viernes, 4 de marzo de 2011

Pablo Picasso en los museos





Pedro da Cruz

En 1932 los días de pobreza del Bateau Lavoir eran un recuerdo lejano para Pablo Picasso (1881-1973). Ya no vivía en la vieja casa de Montmartre donde en 1907 había pintado Las señoritas de Avignon. Su estilo de vida había cambiado radicalmente. Mantenía un respetable estilo de vida burgués junto a su esposa, la bailarina rusa Olga Koklova, y ya era reconocido internacionalmente como uno de los artistas más significativos de su época.

Aunque la situación económica de Picasso en particular era muy buena, la crisis financiera que golpeó la economía mundial a comienzos de la década de 1930 trajo aparejados grandes cambios en el mercado del arte, lo que provocó que varios artistas provenientes de otros países que eran activos en París -entre otros, Torres García- abandonaran la capital francesa. Los galeristas no pudieron mantener su nivel de compras y ventas, lo que provocó un nuevo fenómeno: la colaboración entre colegas que antes eran acérrimos competidores.

Ese es el trasfondo de la colaboración de las galerías parisinas Bernheim, Rosenberg y Wildenstein para promover la venta de obras de maestros del modernismo a museos y coleccionistas de Europa y Estados Unidos. Otro fenómeno que no había sido común hasta el momento fue que las actividades se consagraran a artistas vivos, que éstos participaran directamente en la organización de las actividades, y que los museos cooperaran estrechamente con galeristas y coleccionistas.

Es el caso de las retrospectivas de Matisse y Picasso en las Galeries Georges Petit en 1931 y 1932 respectivamente, y de la posterior exposición "Picasso" en la Kunsthaus Zurich, también en 1932, que tuvo la particularidad de ser la primera que Picasso realizó en un museo. Recientemente, como parte de los festejos del centenario de la fundación del museo, fue mostrada en Zurich la exposición "Picasso. His first museum exhibition 1932", cuyo objetivo fue reconstruir la exposición de Picasso que había sido mostrada en 1932.

Gracias a un minucioso trabajo, el curador Tobia Bezzola logró reunir cerca de una tercera parte de las obras expuestas originalmente, un importante logro si se tiene en cuenta que entonces muchas de las obras pertenecían al artista, y estaban incluso a la venta, mientras que hoy pertenecen a importantes colecciones privadas y museos de Europa, Estados Unidos y Japón. Para decepción de los organizadores, debido a la importancia y significación de las obras que fueron mostradas en Zurich en 1932 y que hoy pertenecen a su acervo, el Museo Picasso de París decidió no participar del proyecto.

El trasfondo de la exposición de 1932, así como el de la actual reconstrucción, es explicado en Picasso by Picasso. His first museum exhibition 1932 (Prestel, 2010), el catálogo de la exposición en la Kunsthaus Zurich. Además de numerosas ilustraciones e iniciados textos sobre las exposiciones realizadas en París y Zurich en 1932, el catálogo incluye abundante material fotográfico, lo que permite reconstruir en detalle la disposición y el orden en que las obras fueron mostradas en ambas ocasiones.

ESTILOS DIVERSOS. El desarrollo del arte de Picasso durante las tres primeras décadas del siglo XX, el período que cubrieron las exposiciones de Zurich de 1932 y 2010, tuvo características dispares. A partir de 1900, y aproximadamente hasta 1914, Picasso trabajó con distintos grupos de motivos y estilos de forma sucesiva. Las primeras etapas de su arte, claramente definidas, fueron los llamados períodos azul y rosa, en los que dominaron las figuras de marginados y familias de saltimbanquis respectivamente.

Luego siguieron los prolegómenos del cubismo, con Las señoritas de Avignon como obra principal, y, a partir del trabajo conjunto con Georges Braque, las sucesivas etapas del cubismo denominadas cubismo analítico y cubismo sintético.

Debido principalmente al comienzo de la Primera Guerra Mundial -en 1914- Picasso no continuó el trabajo conjunto con Braque, ya que éste, como ciudadano francés, fue enrolado en el ejército. Picasso siguió creando en el espíritu del cubismo sintético, pero pintaba los planos de color en lugar de usar papeles pegados, y agregó nuevos elementos, como pequeñas manchas de color que recuerdan el puntillismo de Georges Seurat.

Poco después Picasso no continuó desarrollando su arte de forma lineal, sino que comenzó a pintar obras con estilos diferentes simultáneamente, práctica que continuaría durante la década del ´30. En 1917, mientras realizaba variaciones del cubismo sintético, comenzó a pintar una serie de retratos en estilo naturalista de Olga Koklova, con quien se casó un año más tarde, y hacia 1920 inició el período del llamado clasicismo, en el que las figuras de estilo realista, desnudas o con ropajes drapeados, rememoran las figuras del arte clásico mediterráneo. A esta categoría pertenece Madre y niño (1921), pintada el mismo año que Tres músicos, con figuras que en cambio muestran un tratamiento plano y geométrico.

Hacia mediados de la década del ´20 Picasso realizó obras en un estilo considerado cercano al surrealismo, incluso participó en la primera exposición de arte surrealista en la Galerie Pierre de París en 1925, pero nunca se integró formalmente al movimiento. La variación y simultaneidad de estilos dificultaron la lectura de la obra de Picasso de forma lineal, lo que iba a ser evidente en futuras exposiciones de su obra.

MUESTRA EN PARíS. Matisse realizó su primera exposición retrospectiva en las Galeries Georges Petit en 1931, lo que despertó el interés de Picasso, que siempre trataba de superar a su eterno rival. Un año más tarde fue mostrada en la misma galería una exposición similar de obras de Picasso, una retrospectiva que incluyó 225 pinturas, siete esculturas y seis libros ilustrados, la mayoría propiedad del artista. La exposición, organizada por los galeristas Paul Rosenberg y Georges Wildenstein en estrecha colaboración con el propio Picasso, comprendía obras de todas las etapas del arte del pintor, desde el período azul hasta obras recientes.

Debido a que la exposición fue una de las primeras que reunió un número tan grande de obras de Picasso, sumado al reconocimiento que ya tenía a nivel internacional, varias instituciones y museos manifestaron interés por mostrar el material exhibido en las Galeries Georges Petit, entre otros el Museum of Modern Art de Nueva York (fundado sólo tres años antes), y dos museos de Suiza: Kunsthalle Basel y Kunsthaus Zurich.

LOS PICASSO DE PICASSO. Debido a distintas circunstancias, la exposición de Picasso fue finalmente organizada en el Kunsthaus Zurich. El proyecto tuvo origen en una idea de Wilhelm Wartmann, el primer director del museo, a iniciativa del coleccionista Emil Friedrich-Jezler, que inicialmente había propuesto una exposición conjunta de Picasso, Braque y Léger. El artista suizo Carl Montag, que vivía en París, funcionó como intermediario entre París y Zurich. A raíz de las conversaciones llevadas a cabo mientras la exposición se mostraba en París, los organizadores comprendieron que a Picasso lo que más le interesaba era realizar una exposición individual en Suiza, por lo que las invitaciones a Braque y Léger, que ya habían comenzado a preparar sus envíos a Zurich, fueron retiradas, a la vez que se les prometía que sus obras también serían mostradas en futuras exposiciones individuales.

La Kunsthaus, un edificio de dos pisos, fue vaciada de su colección permanente, y se liberaron 240 metros de pared para colgar las obras de Picasso. La exposición comprendió 225 obras, el mismo número que en la exposición de París, pero no exactamente las mismas, ya que algunas obras que no fueron llevadas a Zurich fueron sustituidas por otras (43) que no habían sido mostradas en Galeries Georges Petit. Nuevamente, Picasso realizó la selección.

El montaje de las obras fue realizado por Wartmann y el pintor Sigismund Righini, presidente del comité de exposiciones de la Kunsthaus. El colgado fue tradicional, ya que siguió un orden cronológico, con los primeros períodos de Picasso (azul, rosa, cubismo analítico y cubismo sintético) claramente definidos. Pero debido al carácter no lineal del desarrollo posterior del arte de Picasso, con bruscos cambios de orientación y utilización de distintos estilos paralelos, el orden en que las obras fueron mostradas fue percibido como caótico por los críticos y el público.

Con ocasión de la muestra fue publicado un catálogo, titulado simplemente Picasso, en el que fueron incluidos un texto introductorio de Wilhelm Wartmann, treinta y dos reproducciones, y una lista completa de las obras exhibidas. La exposición fue inaugurada el 11 de setiembre, y el cierre, planeado en principio para fines de octubre, fue pospuesto hasta el 13 de noviembre debido a la gran asistencia de público. La muestra fue visitada por 34.000 personas, lo que en esa época fue un récord absoluto de público.

En la actual reconstrucción de la exposición de 1932, que reúne setenta y seis de las obras entonces mostradas, no son exhibidas un grupo de obras muy significativas que Picasso conservó en su poder hasta su muerte en 1973. Esas obras pueden ser consideradas las más importantes de Picasso, entre otras Autorretrato (1901), La Celestina (1904), Dos hermanos (1906), Retrato de Olga (1917), La flauta de pan (1923) Crucifixión (1930) y Figuras al borde del mar (1931), que, entre muchas otras, fueron cedidas al estado francés por los herederos de Picasso a cambio de la enorme suma correspondiente al impuesto a la herencia que les correspondía pagar. Ese grupo de obras, a las que luego se sumaron otras pertenecientes a Jacqueline Roque (última esposa del artista, fallecida en 1986), se convirtió en el núcleo del magnífico acervo del Museo Picasso de París, abierto al público en 1985 para mostrar la herencia artística de Picasso.

DE ZURICH AL LOUVRE. Si bien la primera exposición de Picasso en un museo tardó un par de décadas en ser realizada, luego seguirían innumerables exposiciones en museos de todo el mundo, a tal grado que sería uno de los artistas cuyas obras fueron expuestas con mayor frecuencia durante el siglo XX, tendencia que se mantiene en el presente siglo.

Dos de las exposiciones de obras de Picasso más importantes en vida del pintor fueron realizadas en el Museum of Modern Art de Nueva York: "Picasso, Forty Years of his Art" en 1939, con curaduría del primer director del museo, Alfred Barr, y "Picasso in the Museum of Modern Art" en 1972, bajo la égida del consagrado curador William Rubin.

Pero la exposición más significativa de Picasso en un museo fue sin lugar a dudas la organizada por el Museo del Louvre en 1971, en ocasión de que el pintor cumpliera 90 años, cuando sus obras fueron mostradas en la Grande Galerie, una distinción que hasta ese momento no había recibido ningún artista vivo. Picasso falleció dos años más tarde en Mougins, y fue enterrado en el parque de su propiedad en Vauvenargues.

El País Digital





Lo recuerda?

Enrique Amorim, como guionista de cine, según Pablo de Vita, de la Universidad de Buenos aires


La denuncia política y social en los autores era algo conocido, mencionando a Amorim; Pondal Ríos y Olivari que obtuvieron un resonante éxito con “La tercera invasión inglesa”, representada sobre tablas por José Gola, Olinda Bozán y otras primera figuras que hacia referencia, ya desde su título, a la dependencia que significaba para la Argentina el tratado Roca-Runciman con Inglaterra (3). Este pacto significó, por un lado, una ventaja comercial británica absoluta y, por otro, una investigación del senador demócrata progresista Lisandro de la Torre que comprobó complicidad de altas autoridades con maniobras de evasión impositiva hacia 1935. También, en medio de la denuncia y el escándalo en la Cámara de Senadores, el asesinato de Enzo Bordabehere, senador electo de los demócrata progresistas, que se interpuso entre el homicida y de la Torre (4). En el cine, los autores de “Kilómetro 111” continuaron con su aporte a las preocupaciones sociales y el binomio Pondal Ríos y Olivari elaboró argumentos de prestigio, algunos de los cuales se refilmaron en Hollywood; con esta contribución, y la de Amorím, “Kilómetro 111” resulta un film de notable fluidez narrativa, importante caracterización de los personajes e imaginación en el desarrollo de la acción; da cuenta de ello el fragmento del guión reproducido por Domingo Di Núbila en “La época de oro” (5): “Pepe Arias animó a Ceferino, jefe de una estación rural que participa de la alegría campesina cuando se obtiene en la zona una gran cosecha de trigo. Luego los colonos, cuando el banco les niega créditos, le piden que les fíe los fletes para enviar su cereal a Buenos Aires y poder esquivar así al acopiador local que los expolia con precios viles. Ceferino, pese a su deseo de ayudarlos, les contesta que el ferrocarril tiene estrictamente prohibido conceder esa facilidad. Para todos es una situación ruinosa pero para Don Pedro trágica, porque contaba con la venta de la cosecha para pagar la operación que puede salvar a su hijo enfermo. Por eso una noche, mientras mira las parvas de trigo, lo poseen la frustración, la impotencia y la rabia, toma un farol a kerosene y lo arroja sobre una de ellas. En ese momento Ceferino está acercándose a la chacra en un viejo Ford descapotado que maneja el joven Nicanor. Observa que se está pavimentando una ruta y exclama:

Ceferino (Pepe Arias): Sigue avanzando el monstruo.

Nicanor (Angel Magaña): ¿ Qué monstruo ?

Ceferino: El camino este se va a tragar a los ferrocarriles con estaciones, jefes y todo. La barbarie avanza.

Nicanor: No, Don Ceferino. Esto sirve para independizarnos. Cada legua de camino son muchos pesos que se quedan en el país.

Ceferino (en broma): ¡ Anarquista !

En la chacra el incendio provocado por Don Pedro ha avanzado hasta cubrir buena parte de la parva cuando llegan Ceferino y Nicanor. Ceferino, al ver que nadie lucha contra él, corre hacia Don Pedro y le pregunta, desconcertado qué ocurre. Don Pedro le responde que de nada ha de servir la cosecha si no puede salvar a su hijo enfermo

Ceferino, ansioso por evitar el desastre, interroga entonces a Celedonio, otro chacarero, y descubre en él también la desazón.

Ceferino, perplejo, mira alternativamente las llamas y los chacareros, hasta que pregunta a Celedonio:

Ceferino: Celedonio… ¿Está seguro que mandando la cosecha a Buenos Aires el dinero llegará en menos de tres días ?

Celedonio: Completamente seguro

Ceferino: ¡Entonces dejen de quemar parvas ! ¡Les fiaré los fletes ! … ¡Hay que hamacarse con ustedes!

A Celedonio se le ilumina la cara pero corta la alegría para entrar en acción:

Celedonio (gritando): ¡Apaguen ! ¡A buscar agua ! ¡Ceferino nos fía los fletes !

Chacareros (corean): ¡Ceferino nos fía los fletes ! ¡Bien ! ¡Bravo !

Este sistema, denunciado valientemente por Bartolomé Mitre en su alocución sobre los abusos del capital privado en la explotación de los servicios públicos, se mantiene inalterable por décadas. “Aquí –sentenció el tribuno- se quiere subordinar el interés general al interés particular, haciéndolo a éste dueño de posiciones en que una vez establecido costará desalojarlo, porque el interés privado aplicará toda su energía y toda su inteligencia, no a ensanchar el círculo de la prosperidad pública, sino a acrecentar sus ganancias y a perpetuarse en su posesión… Todo nos dice y nos enseña que una vez que el Estado ha enajenado el derecho de explotar en nombre y en el interés de la comunidad, aquellas obras públicas destinadas al bienestar general, el egoísmo particular se ha apoderado de ellas, lo ha convertido en un derecho y ha teorizado sobre él”.

Amén de tantos años de injusticias, la intención también era la de presentar la conflictiva relación, muy actual por esos años, entre el ferrocarril y la incipiente red caminera. Un día, siguiendo el argumento de “Kilómetro 111”, la actitud de fiar a los campesinos por parte de Ceferino es descubierta y el directorio lo cita para dejarlo en la calle. Aquí el argumento se desdobla y Ceferino recorre las calles de la ciudad buscando a su sobrina, que había viajado con la intención de convertirse en estrella de Hollywood. Luego, Ceferino vuelve al pueblo y, con profunda sorpresa, descubre que los colonos le habían regalado una estación de servicio.

La película sirvió en justa sintonía con su época. La sociedad argentina de los años ’30, un país entonces eminentemente rural, comprendía en la pantalla grande las desigualdades sociales de las que era víctima; con ricos cada vez más ricos y el principal motor económico en manos de una pequeña elite de empresas extranjeras. Sóffici manifestó que “el director de cine debe estar comprometido con la sociedad y contribuir en lo posible a mejorarla. Debe señalar, aunque no busque soluciones, los problemas de su tiempo, incitar al espectador a pensar, a reflexionar sobre ellos”. “Kilómetro 111” priorizó las cuestiones sociales sobre las políticas en un interesante cóctel de entretenimiento y protesta. Su director remarca los toques satíricos con natural precisión y revela en la película un cuidado tratamiento de la imagen. De su equipo técnico, la fotografía de Antonio Merayo, la escenografía de Raúl Soldi y la cámara de Leo Fleider lucen impecables y contribuyen a momentos que, adelantadamente, observan un fino humor: cuando el pueblo con sus mejores galas se reúne para recibir al gobernador en la estación de ferrocarril, pero el tren en que viaja sigue de largo. Esta escena, similar a la de “Bienvenido Mister Marshall” se aplaudió en la Argentina quince años antes que aquella memorable película de Luis García Berlanga.

La situación indefensa de los colonos y los caminos abriéndose en competencia con el ferrocarril fueron reflejo exacto de su época pero las injusticias englobaron a muchas anteriores. Quizás, ese tren que paso de largo en la historia argentina ya contaba con coche cine y en su sala, el burócrata, dictador, o politiquero de turno, estaba entretenido mirando una película que, sin saberlo, se reflejaba implacablemente por las ventanillas cerradas de su triste, pequeña y propia historia.






Actividades previstas en la semana de "Enrique Amorim"







En el marco de las celebraciones en homenaje a Enrique Amorím al cumplirse los 110 años del nacimiento y 50 años del fallecimiento se vienen organizando una serie de actividades, desde el homenaje realizado el pasado domingo 25 de julio en el Cementerio central, una muestra pictórica retrospectiva del Taller Figari en el museo de Bella Artes, una actividad con niños de la Escuela E. Amorim con la lectura del poema "Quiero" en Casa de Gobierno, también el día miércoles 28 una sesión extraordinaria en la Junta Departamental y totalmente inédito para Salto, los días martes 27, jueves 29 y viernes 30 de julio a las 20 horas en el Aula Magna de la Regional Norte de la Universidad de la República, se realiza el Ciclo de Cine Enrique Amorim, con entrada gratuita.


La actividad es organizada por la Comisión Honoraria Municipal de Homenajes a Enrique Amorim, Intendencia de Salto, Producción de Federico Massarino y Apoya Regional Norte de la Universidad de la República.


El breve ciclo consiste en la proyección de piezas clásicas del Cine Argentino, denominado "Cine de oro nacional", en base a guiones y adaptaciones realizadas por Enrique Amorim, la película "Su primer baile" sobre argumento original del mismo Amorim, así como el documental de su autoría "Galería de Escritores y Artistas" con acompañamiento musical en vivo. Acompañan este ciclo un recital de poesía de Oscar Bibbó.


Martes 27 a las 20 horas: "Yo quiero vivir contigo": Argumento original de Román Gómez Masia y Enrique Amorím. (dirección Carlos Rinaldi). Año 1960. Y fragmentos de "Su primer Baile": como autor del libro original junto a Ramón Gómez Masia cuyo guión realizó Carlos Adén. Argumento original de Enrique Amorím y Román Gómez Masia. (dirección Ernesto Arancibia). 1942


Jueves 29 a las 20 horas: "El Capitán veneno": Adaptación argumental y Diálogos de Román Gómez Masia y Enrique Amorím. (dirección Henri Martinent inspirado en la obra de Pedro Antonio de Alarcón). Año 1943. Y fragmentos del film "Incertidumbre": Argumento original de Enrique Amorím y Román Gómez Masia. (dirección Carlos Borcosque). Año 1942.

Posteriormente el actor Oscar Bibbó recitará poemas de Amorim.


Viernes 30 a las 20 horas: "Galería de escritores y artistas (1928-1959)" documental, con el acompañamiento musical en vivo de Walter "Walas" Menoni.




Referencias sobre algunas de las películas a proyectarse:




Incertidumbre

Dirección de Carlos Borcosque. Argumento original de Enrique Amorím y Román Gómez Masia. Año 1942.

Con la actuación de Carlos Cores, figura importante de la considerada época de oro del cine argentino, su carrera incluyó la realización, el teatro, la televisión, la radio y se extendió a México, España y Chile.El actor, que había nacido en Santa Fe en 1922 y cuyo nombre completo era Juan Carlos Márquez Cores, fue una de las figuras que descubrió el director chileno Carlos Borcosque.



El Capitan veneno

Dirección: Henri Martinet

Guión: Enrique Amorim y Ramón Gómez Macía según la novela de Pedro Antonio de Alarcón

Fecha de Estreno: 31 de marzo de 1943

Duración: 90 minutos

Intérpretes: Luis Sandrini, Rosa Rosen, Aline Marney, Joaquín García León, Berta Moss, Héctor Quintanilla, María Ramos, Gregorio Verdi, Antonio Ballerini, Lalo Bosch, José Krause y Vicente Alvarez.

Colaboradores: Funes, Roque.

Fotografía: Amorim, Enrique y Gómez Marcía, Ramón.

Guión Soifer, Alberto.

Música Concado, Juan Manuel.

Descripción Contenido: A fines del siglo XIX, un oficial herido es recogido por una viuda y sus dos hijas. El odia a las mujeres, pero ellas logran transformarlo. Basada en una novela de Pedro Antonio de Alarcón.



Yo quiero vivir contigo

Dirección de Carlos Rinaldi

Guión: Ramón Gómez Macía y Enrique Amorim, con la adaptación de: Rodolfo Manuel Taboada.

Fecha de Estreno: 25 de mayo de 1960

Duración: 112 minutos

Una mujer recorre el país con el dinero del rescate de un bebé.

Intérpretes: Alberto de Mendoza (Mauricio del Solar), Susanne Cramer (Laura), Nelly Meden (Voz de Susanne Cramer), Guillermo Battaglia (Oficial Martínez), Enrique Serrano (Nicanor), Gloria Guzmán (Isabel Reina), Dringue Farías, Filemón Anchorena, Jacques Arndt (Alemán), Ariel Absalón, Cristina Berys (Amante de Mauricio), José Maurer (Hombre asesinado), Clever Carol, Aníbal Pastor, María Esther Corán (Mujer 1 en tren), Alberto Quiles (Comisario), Roberto Bordón, Celia Geraldy (Mujer 2 en tren), Eliseo Herrero (Conserje), J. M. Cabrera; Sara Benítez, A. Rojo, Aída Villadeamigo (Pasajera en tren), Anita Larronde, E. Pereira, C. Salva, A. Gobello, Claudia Lapacó (Mujer en piscina), Héctor Gancé (Hombre en piscina), y Zulma Grey (Mucama).



Su primer Baile

Dirección de Ernesto Arancibia. Guión: Carlos Adén según libro de Enrique Amorim y Ramón Gómez Macía.

Fecha de Estreno: 17 de junio de 1942

Duración: 78 minutos
Blanco & Negro

Intérpretes: María Duval, Esteban Serrador, Ernesto Vilches, Felisa Mary, César Fiaschi, María Santos, Ana Arneodo, Marino Seré, Percival Murray, Jorge Villoldo, Ambrosio Radrizzani, José Tresenza, Fernando Campos, Salvador Sinaí, Francisco Torres, Manuel Alcón, José Plastino, Lolita Mom y Fausto Etchegoin.


"Galería de escritores y artistas" (1928-1959)

En el cual Amorim retrata a sus amigos artistas con su cámara Kodak y donde aparecen 80 nombres fundamentales de la cultura del siglo XX como Walt Disney, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Rafael Alberti, Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges, Pablo Picasso, León Felipe, Horacio Quiroga y un eternamente joven Federico García Lorca, al que sorprende entregando los originales de "La zapatera prodigiosa". Muchas instantáneas de aquellos años y una que nos recuerda el paso del granadino por Buenos Aires, para presentar sus obras de la mano de Lola Membrives, y que nos remite a un grupo en donde identificamos a Federico, Lola, Ramón Gómez de la Serna, Pablo Rojas Paz, Oliverio Girondo, Pablo Neruda, Norah Lange, Sara Tornú y, precisamente, Enrique Amorim. La película tiene una duración total de 55 minutos.


Diario Salto - Lunes 26 de julio de 2010.






En el marco de los homenajes que se realizan al cumplirse110 años del nacimiento y 50 años del fallecimiento de Enrique Amorím, el sábado 24 de julio, a las 20.00 horas se inaugura, en el Museo María Irene Olarreaga Gallino, (museo de Bellas Artes), una muestra retrospectiva del Taller Pedro Figari, de la Asociación Cultural Horacio Quiroga.




Esta actividad se realiza en el marco del homenaje a los 110 años del nacimiento y 50 años del fallecimiento de Enrique Amorím, escritor, dramaturgo, cineasta y fuerte agente cultural del medio.


Las obras expuestas son del Maestro José Cziffery y alumnos de su taller entre los años 1940 a 1960, algunos de los cuales continuaron su actividad destacándose en el ámbito nacional e internacional.


Diario Salto - Jueves 22 de julio de 2010.

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