Un grabado en aguafuerte del pintor español Pablo Picasso, valorado en US$ 65.000, que había sido robado en octubre de 2011 del museo Edgar Negret de Popayán, Colombia, fue recuperado. La obra fue incautada cuando un hombre trataba de negociarla en un establecimiento comercial de Popayán, y fue capturado el presunto responsable del robo, según indicó la fiscalía de esa ciudad. (AFP)
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8/12/10
Cómo ocultar 271 "picassos" 40 años
A. JIMÉNEZ BARCA | EL PAIS MADRID
Para el abogado de los herederos de la familia Picasso, Pierre Le Guennec es un pillo mentiroso, muy listo, con cara de buen hombre, que ha conseguido mantener en secreto y escondido un tesoro robado hace 40 años que ahora destapa para dejar una herencia a sus dos hijos y cuya impostura puede acabar con una condena de cárcel.
Para la abogada Evelyn Rees, de Cannes, sus defendidos, Le Guennec y su animosa y charlatana mujer, Danielle, son simplemente una pareja humilde de ancianos que ha vivido siempre del escaso sueldo del marido (algo que corrobora la policía), reconvertidos de golpe en protagonistas de una historia tan inverosímil como cierta, que arrancó una mañana de 1970.
"Ese día, el secretario de Picasso, Miguel algo, me llamó por teléfono para que fuera a arreglar el motor del horno que se les había estropeado en su casa de Mougins, que está cerca de donde yo vivo. Fui y se lo arreglé. Después volví mucho allí, a arreglar luces, enchufes, grifos, a poner un sistema de alarma por toda la casa", explica Le Guennec, muy despacio, mirando al suelo.
- Pero cuenta lo del sombrero, hombre, lo del sombrero, le ordena Danielle.
"Un día, en el que yo estaba arreglando las luces del jardín, el secretario ese, Miguel, me hizo llamar, y me dijo que me llamaba el maestro. Yo me acerqué. Estaban desayunando en la terraza. Picasso me indicó que me sentara a su lado. Y se fijó en el sombrero de paja que yo tenía. Jacqueline [Roque, última esposa de Picasso] me pidió que se lo regalase. Y se lo di, claro. Luego vi que lo había utilizado para un cartel de una exposición en Aviñón".
Después, un día de 1973, meses antes de que falleciera el pintor, cuando Le Guennec se iba para casa después del trabajo, Jacqueline se le acercó: "Venía con una caja de cartón y me dijo: `Para ti, de parte del maestro`. Vi que eran unos papeles, unos dibujos, pero no le di mucha importancia, lo metí en la camioneta y volví a casa. Al llegar los envolví bien y los dejé en una estantería del garaje. Para mí no eran cuadros, no eran pinturas, muchos no estaban acabados, eran dibujos, pruebas, a los que no di mucho valor...". relata Le Guennec. Y Danielle añade: "Tal vez ahora habríamos hecho otra cosa. Éramos jóvenes, no sabíamos. Él tenía 30 años y yo, 27".
después DE 40 AÑOS. Guardaron el contenido de la caja, jamás hablaron de él a nadie, pasaron 40 años, y hace meses Pierre decidió desenterrarlo. ¿Por qué ahora? "Porque hace un año me detectaron un cáncer de próstata. Me operaron, toco madera, y estoy bien, pero pensé que si yo moría, mis hijos se preguntarían qué eran esos dibujos, así que decidí contarles la historia y para que quedara claro que eran de Picasso, me dirigí a los herederos".
Así, en enero llamó a la sociedad Picasso Administration, en París, y explicó a una secretaria que poseía varias obras del pintor y que deseaba autentificarlas. En esta sociedad están acostumbrados a las llamadas de chiflados o de espabilados que afirman guardar en su casa un cuadro o un dibujo del artista, así que a Le Guennec le respondieron: "Haga unas fotografías y envíelas por correo". El viejo electricista, ayudado por uno de sus hijos, colocó un marco blanco de papel a cada dibujo y se puso manos a la obra: "Mientras las fotografiábamos les íbamos poniendo el título que nos parecía mejor, un poco al tuntún: a una la llamamos Bailarina, a otra Cabeza de mujer..., yo no sé". Envió una treintena de fotografías. Los de Picasso Administration le pidieron más. Obedeció. Y en septiembre, Claude Picasso, uno de los hijos del pintor y el encargado de gestionar la herencia, intrigado por esas fotografías malas en blanco y negro que escondían obras desconocidas, llamó a Le Guennec y le rogó que se acercara a París para estudiarlo todo personalmente.
"Metimos en una maletita con ruedas todos los dibujos y nos fuimos en tren a París, Danielle y yo" explica Le Guennec.
El hijo de Picasso y un colaborador contemplaron estupefactos durante tres horas el maravilloso contenido de la maleta de los dos ancianos: un pequeño cuaderno con un centenar de deliciosos dibujos de Picasso a lápiz y a tinta, de apuntes al natural, de ensayos, de caricaturas; pero también una treintena de litografías (varias idénticas), un retrato a tinta de la primera mujer de Picasso, Olga Koklowa, nueve collages cubistas que por sí solos valen más de cuarenta millones de euros, una decena de bocetos de Las tres gracias, una acuarela de su período azul y varios paisajes (muy raros en Picasso), entre otros prodigios. En ningún momento dudaron de su autenticidad. El valor aproximado de las obras guardadas en el garaje de Le Guennec ronda los ochenta millones de euros, según varios expertos franceses. Anne Baldasari, directora del Museo Picasso de París, en una entrevista concedida el miércoles al periódico Le Figaro, aseguraba: "Las numerosas piezas aparecidas tienen una importancia considerable para aclarar la obra de Picasso en su juventud. Son fondos de su taller personal, de los años 1900-1932".
ROBO. El abogado de Picasso Administration, Jean-Jacques Neuer, explica las razones que les llevaron a acusar a Le Guennec: "Para nosotros está claro que robó las pinturas. Ninguno de los dibujos está dedicado. Todos pertenecen a un período determinado, como si estuvieran archivados en un mismo sitio, en la misma caja. Nadie conoce a este señor Le Guennec de nada, no aparece por ningún lado en ninguna biografía del artista probablemente más estudiado de la historia. No creemos que fuera un amigo de Picasso". Y añade: "Si a ti te regalan unos dibujos de Picasso, los pones en tu casa, los cuelgas en las paredes, los enseñas, no los escondes en el garaje. ¿Por qué los ha ocultado durante cuarenta años? Además, no me imagino a Picasso regalándole a su electricista un lote de dibujos, muchos de ellos inacabados, o dándole unos collages surrealistas que no habría regalado ni a Braque. Todo esto no tiene sentido, es simplemente aberrante". Por lo pronto, la policía investiga con los cuadros requisados y custodiados en una comisaría de Nanterre.
Culpable o inocente
La prensa francesa defiende al electricista y subraya el hecho de que jamás haya intentado vender ningún dibujo bajo cuerda y a escondidas, ni haya intentado escapar después de hablar con Claude Picasso. Los expertos en arte, por el contrario, opinan que Le Guennec se apropió de algo que no le pertenecía, apelando a las mismas razones que el abogado de los Picasso, Jean-Jacques Neuer. Hay galeristas de Niza que opinan, sin embargo, que Jaqueline, esposa del artista, bien pudo darle la caja a Le Guennec por error y que eso explicaría el caso. El alcalde de Mouans-Sartoux, André Aschieri, solo recuerda, en una entrevista con Le Figaro, que Le Guennec ha sido siempre un vecino ejemplar del que jamás se ha conocido un episodio turbio. Y su abogada desde hace 15 días, Evelyn Rees, asegura que los herederos de Picasso tratan de ensuciar una bonita historia de gente honrada que tuvo la suerte de codearse con Picasso porque simplemente vivían a diez minutos en coche.
Pierre y Danielle Le Guennec
El electricista jubilado Pierre Le Guennec tiene cara de buen tipo y pinta de persona confiable. Desde hace una semana se ha convertido en el hombre más famoso y perseguido de Francia: cuando, por medio de un artículo en Libération, se supo que guardó durante 40 años 271 obras inéditas de Picasso en un rincón del garaje de su casa de Mouans-Sartoux, en el sur de Francia, a 20 kilómetros de Cannes, envueltas en una bolsa de plástico, según él mismo explica, al lado de sus herramientas de electricista y de un montón de cables viejos. Él asegura que se los regaló el pintor en 1973. "Y se conservaron bien", añade, con una sonrisa retraída, "a pesar de los ratones que hay ahí". Le Guennec es muy tímido, hasta el extremo de que le cuesta explicarse, y esconde la cara con las manos en un gesto repetido de impotencia.
El País Digital
"La señora me las dio. Y si ella me las dio, él tuvo que haberlo sabido``, dijo Pierre Le Guennec. "El maestro debió estar enojado. Algo no le gustó, quizá estaba molesto con alguien y dijo: `Ten, dáselo al electricista``, agregó. Le Guennec es un electricista jubilado que poseía 271 obras desconocidas de Pablo Picasso, cuyo valor se estima en 60 millones de euros. Durante años, él y su esposa mantuvieron escondido el tesoro. Esta semana, los herederos del artista hicieron la denuncia y las obras fueron incautadas a espera del fallo del juez.
El electricista retirado Pierre Le Guennec (71), que asegura tener 271 obras auténticas de Pablo Picasso desconocidas hasta la fecha, no se las robó al artista malagueño, aseguró ayer su abogada Evelyne Rees.
El hombre trabajó para Picasso durante tres años hasta que éste falleció en 1973 y luego siguió trabajando para su viuda hasta que ella falleció 13 años después, explicó la abogada a la CNN, asegurando que durante todos estos años, Le Guennec "ha guardado las obras con amor".
Según publica Europa Press, Rees asegura que Le Guennec pidió a la viuda de Picasso, Jacqueline, obras del artista y ésta se las dio durante un cierto tiempo.
LA HISTORIA. El 14 de enero de este año, Claude Picasso, hijo del pintor y administrador de la herencia del artista, recibió una sorprendente carta en su oficina de París. Un tal Pierre Le Guennec le pedía un certificado de autenticidad para 26 obras inéditas de Picasso y acompañaba la solicitud con unas fotos de no muy buena calidad.
El 30 de abril, el hijo del pintor recibió otra remesa de malas fotografías y otro texto asegurando que se trataba también de obras de Picasso. Nuevamente, Le Guennec que vive en una pequeña casa de un pueblo de la Costa Azul llamado Mouans-Sastoux, le reclamaba el certificado de autenticidad de las piezas.
Según publicó el lunes en exclusiva el diario Libération, Claude Picasso, intrigado por la revelación, se puso en contacto con Pierre Le Guennec y le pidió una cita aduciendo que le era imposible calibrar el origen de los cuadros -y su valor- si no los veía personalmente.
El 9 de septiembre, Pierre Le Guennec y su mujer se presentaron en París cargando una maleta. De ella, para sorpresa del hijo del artista y de varios colaboradores expertos, surgieron, entre otras maravillas, cuadernos llenos de dibujos, litografías, deliciosos retratos a tinta de la primera mujer de Picasso, Olga Khokholova, collages cubistas que por sí solos valen 40 millones de euros, acuarelas del período azul, bocetos de manos, caricaturas, estudios para Las Tres Gracias, dibujos y paisajes. Todo llevado a cabo por Picasso entre 1900 y 1932, uno de los períodos más productivos del artista.
Tras examinar el cargamento de la maleta durante tres horas, los expertos concluyeron que nadie en este mundo podría haber imitado tan perfectamente tantas técnicas diferentes y que se encontraban ante una inesperada montaña de Picassos tan auténticos como desconocidos.
Preguntaron a Le Guennec: ¿Cómo es que todo esto obra en su poder? Él respondió que en los últimos tres años de vida del artista, él se ocupó de las instalaciones eléctricas de sus tres residencias, y de colocar, entre otras cosas, varias alarmas antirrobo. Y explicó que las obras que contenía la maleta procedían de un regalo que le hizo el artista poco antes de morir.
OTRA VERSIÓN. A la policía que investiga el asunto Le Guennec le dio otra versión, siempre según la publicación de Libération, asegurando que quien en realidad se las regaló fue la última esposa de Picasso, Jaqueline de Vallaurais, fallecida en octubre de 1986.
Tras reunirse, los seis herederos del pintor decidieron denunciar al electricista. A juicio de ellos, es imposible que el artista, obsesionado por conservar todo, regalara esa cantidad de obras, ninguna datada ni dedicada e incluso, algunas sin terminar.
Claude Picasso, hijo de la relación que el pintor mantuvo con Francoise Gilot, explicó a Libération: "Él guardaba todo, los billetes de metro, las entradas de una obra de teatro o de una corrida de toros. Incluso las cuerdas que envolvían el correo que le traían cada día. Él pensaba que todo podía servir. Casi 200.000 objetos suyos se han conservado e inventariado. Y dar así, un regalo así, no se tiene en pie, francamente. Todo eso era parte de su vida. Él era generoso. Pero también databa y dedicaba siempre sus regalos. Y Jaqueline pudo regalar una postal o un libro pero todo eso está fuera de lugar".
Por lo pronto, la policía francesa se ha incautado del tesoro que entregó Pierre Le Guennec.
Las obras se guardan en la caja fuerte de las dependencias de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales, en Nanterre, en los suburbios de París. Ahí permanecerán hasta que un juez decida a quién pertenecen.
Rees, la abogada del electricista, agrega el tercer interrogante de la historia: "¿Por qué, si todo era robado, se iba a meter él solo en la boca del lobo después de 40 años?" EL PAÍS DE MADRID
El País Digital
Unas 271 obras desconocidas de Pablo Picasso, de 1900 a 1932, fueron descubiertas y los herederos del pintor sentaron una denuncia contra quien resulte responsable. Su valor se estima en 60 millones de euros, y los presentó una pareja de septuagenarios de la Costa Azul, que querían certificados de autenticidad, en particular del hijo del pintor, Claude Picasso, administrador de la sucesión. (AFP)
El País Digital
Picasso, Miró, Gaudí y Casals, convertidos en atractivo turístico
Los municipios de Horta de Sant Joan, Mont-roig del Camp, Reus y El Vendrell impulsarán "El Paisaje de los Genios", un proyecto para crear y desarrollar una oferta turística que aproveche el potencial de la vinculación de las figuras de Pablo Picasso, Joan Miró, Antoni Gaudí y Pau Casals al territorio.
Este producto cultural intangible tiene que desarrollar "una oferta turística singular, integradora, especial y diferenciada, utilizando los valores asociados a estas figuras universales", han explicado los responsables de la iniciativa.
En este sentido, pretende aprovechar el prestigio internacional de Picasso, Miró, Gaudí y Casals, así como "un entorno turístico y político favorable junto con la tendencia creciente del mercado de turismo cultural".
El objetivo es promover el territorio y la economía local a través de su vinculación con la figura de los genios y generar una imagen de destino de turismo cultural en la Costa Dorada y las Tierras del Ebro, han apuntado estas fuentes.
Además de los cuatro municipios impulsores, el Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona y la Universitat Rovira i Virgili (URV) han suscrito un convenio de colaboración para llevar a cabo la iniciativa, después de realizar un estudio previo para la estrategia de desarrollo del "Paisaje de los Genios".
El Centro Picasso, en Horta de Sant Joan.
Dicha diagnosis del Patronato de Turismo y del Grupo de Investigación de Análisis Territorial y Estudios Turísticos de la URV ha puesto de manifiesto las fortalezas del territorio, como son "la singularidad y distinción de los genios, la existencia de equipamientos físicos de referencia vinculados a estas figuras universales y los valores compartidos por estos genios".
Por otra parte, el proyecto prevé un plan de actuaciones, así como un organismo externo que gestione la oferta turística vinculada a los genios. En este contexto, se ha creado la oficina técnica de desarrollo de producto, que tiene su sede en el Parque Científico de Turismo y Ocio, situado en el Campus Vila-seca de la URV.
En Horta de Sant Joan, donde el pintor malagueño pasó dos temporadas, se encuentra el Centro Picasso. La primera, convaleciente, a partir del verano de 1898, invitado por su amigo Manuel Pallarés, estancia que se prolongó hasta febrero de 1899, y, la segunda, durante el período de mayo-agosto de 1909, en compañía de Fernande Olivier.
En Mont-roig del Camp está el Centro Miró. Joan Miró llegó a esa localidad en 1911 para recuperarse de una enfermedad y regresó durante todos los veranos hasta su muerte, mientras que en El Vendrell se halla la Fundación y el Museo Pau Casals, ya que el genial violonchelista nació en este municipio en 1876.
Finalmente, Reus acoge el Gaudí Centre, el único centro de interpretación sobre la vida y la obra del arquitecto, cuyo nacimiento se sitúa entre la capital del Baix Camp y Riudoms.
HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)
HORACIO A. ROSETE BRIGNOLE
Dr. Horacio A. Rosete Brignole
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